¿Quién es el paciente adecuado para la diálisis peritoneal?

El factor más importante para elegir esta técnica de diálisis es que el paciente QUIERA realizarla. Después existen algunas contraindicaciones, absolutas o relativas para su realización y, por el contrario, existen algunas circunstancias que hacen que la elección de la diálisis peritoneal sea más recomendable que la hemodiálisis.
Las características del peritoneo del niño y el no requerir de accesos vasculares (fístulas) ni anticoagulación hacen que tenga particular indicación en pediatría.
Al ser una técnica que se realiza en casa y que se puede adaptar al horario que requiera cada paciente, suele ser la técnica ideal para los pacientes que desean, o necesitan, seguir manteniendo su vida laboral activa o seguir acudiendo a su lugar de estudios.
Ya que la supervivencia en los dos primeros años es mejor y que se mantiene mejor la función residual de los propios riñones sería recomendable que los pacientes que vayan a ser incluidos en lista de espera como posibles receptores de un trasplante renal empezaran su “vida en diálisis” con diálisis peritoneal.
Por tratarse de una técnica continua y diaria, que no se realiza a altibajos, es mejor tolerada por los pacientes que precisan diálisis y que padecen enfermedades cardiacas de tipo isquémico (infarto de miocardio o angina de pecho). También controla mejor la retención de líquidos y la hipertensión arterial lo que también la hace recomendable para pacientes en diálisis con otros tipos de enfermedades del corazón.
En los pacientes con diabetes aumenta las necesidades de insulina o de otros tratamientos al aumentar la glucosa en sangre ya que el líquido que se infunde en el abdomen contiene glucosa, pero al no necesitar anticoagulación (heparina) reduce el riesgo de retinopatía.
En los pacientes con diabetes aumenta las necesidades de insulina o de otros tratamientos al aumentar la glucosa en sangre ya que el líquido que se infunde en el abdomen contiene glucosa, pero al no necesitar anticoagulación (heparina) reduce el riesgo de retinopatía.
Las contraindicaciones generales (relativas y/o absolutas) más importantes son la existencia de operaciones previas del abdomen con importantes adherencias o grandes hernias que pueden hacer que el peritoneo no sea útil para la diálisis, la presencia de colostomías, de enfermedad intestinal inflamatoria (poco frecuente), antecedentes de diverticulitis o la presencia de múltiples divertículos en el colon (muy frecuente en la poliquistosis y en los pacientes mayores de 65 años) porque tiene muy aumentado el riesgo de padecer una peritonitis de origen intestinal.
También pueden dar problemas en algunos casos las poliquistosis renales, ya que los riñones están muy aumentados de tamaño y la cavidad del abdomen resulta inapropiada para la diálisis peritoneal, o si el paciente es muy grande y deja de orinar.
En todo caso el nefrólogo, una vez valorado cada paciente le explicará mejor sus ventajas y posibles contraindicaciones antes de decidirse por una técnica u otra.
Jose María Escobedo, Margarita Giménez y Jose Martínez
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