Hipertensión arterial resistente

La hipertensión arterial es la elevación mantenida de la presión hidrostática en el árbol arterial por encima de un límite que se cree supone un riesgo cardiovascular para la población que la sufre.

La hipertensión arterial resistente es aquella que no se controla a pesar de tratarse al menos con tres fármacos, en dosis plenas, el tiempo suficiente y siempre que entre los fármacos se incluya un diurético.
La hipertensión arterial de bata blanca o clínica aislada se considera cuando existen cifras de hipertensión en la consulta y cifras normales de Tensión arterial fuera del ambiente sanitario en un enfermo no tratado. Se atribuye a una reacción de alerta ante el médico o la enfermera. Para su definición, la media de las cifras ambulatorias diurnas debe ser inferior a 130/80 mmHg. Hay que diferenciarla del fenómeno de bata blanca, que aparece en controles ambulatorios de la presión arterial y no en controles en la consulta, o con diferencias claras entre ambas situaciones. Su significado pronóstico no está claro. Es frecuente en nuestro medio, ya que afecta al 15-25% de los enfermos. Se confirma ante cifras de presión arterial normales aportadas por el enfermo (tarjetas de control) o mediante una MAPA. Un enfermo con hipertensión arterial de bata blanca debe ser controlado periódicamente.
Aunque la hipertensión arterial secundaria tiene una prevalencia baja sobre el total de pacientes hipertensos (5-15%), su importancia radica en la posibilidad de su erradicación, ya que se conocen sus mecanismos fisiopatológicos y las causas responsables.
Cari Martínez.
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