Historia de Virgilio

Historia de Virgilio

Hace cinco años empecé a tener la presión arterial alta y en el ambulatorio decidieron darme un tratamiento con dos pastillas para bajarla. Cada tres meses, también me realizaban análisis para vigilarme la urea. Trascurrido un año, me fue detectado exceso de urea y por ello, decidieron mandar una analítica al Hospital. Una semana después me llamaron para realizarme unas pruebas relacionadas con el riñón. Con esas pruebas se dieron cuenta que tenía los riñones más pequeños de lo normal y que tenía Insuficiencia renal. Tras informarme del problema, me puso una dieta muy severa,  la cual consistía en no tomar nada que tuviese potasio. Con esta dieta pretendían que aguantara el máximo tiempo posible antes de llegar a necesitar diálisis. Estuve llevando esta dieta durante un año y medio. Durante todo este tiempo, cada tres meses, debía realizarme una analítica. En los resultados, el nefrólogo me explicaba los porcentajes de trabajo de mis riñones. Al principio trabajaban en torno al 22%, pero fueron bajando y cuando llegaron al 12% me notificaron que tenía que ponerme un catéter o una fístula para poder realizarme la diálisis cuando fuera necesario.

Para la diálisis me dieron dos opciones a elegir, una que se trataba de realizarme la hemodiálisis en el Hospital  a través de una fístula o realizarme en casa la diálisis peritoneal. Si elegía la segunda opción, primero tendría que llevarla a cabo manualmente y con el tiempo podría hacérmela una máquina. Para esta técnica necesitaba ponerme un catéter peritoneal. Acepté el consejo de una paciente, ya que carecía de experiencia.

Tuve que dejar de trabajar porque estaba flojo y para no coger ninguna infección a través del catéter, ya que tienes que tener un aseo máximo y mi ocupación era mecánico. Estoy muy contento con la decisión que tomé ya que estoy mucho mejor, puedo comer más cosas y me encuentro más fuerte gracias a que empecé con la manual y ahora estoy con la máquina. Llevo año y medio y cada día estoy más feliz, esperando que algún día llegue el trasplante.

Quiero agradecer al equipo de Nefrología lo bien que me están tratando y a mis compañeros pacientes por la ayuda que nos damos mutuamente en al escuela del paciente renal que ha montado el Hospital General de Valencia.

Virgilio

También te podría gustar...