¿Existe relación entre la proteinuria y la evolución de la insuficiencia renal crónica?

La proteinuria es la excrección anormal de proteínas en al orina. Se consideran patológicos valores de proteinuria superiores a 300 mg/día.
La asociación entre proteinuria y desarrollo de Insuficiencia renal se conoce desde hace años. En el momento en que aparece macroalbuminuria, la caída del filtrado glomerular se acelera a un ritmo aproximado de unos 11ml/min/año.
¿La proteinuria es solo un marcador del daño renal o contribuye al deterioro de la función renal?
En casos de proteinuria muy elevada como en el mieloma, la formación de cilindros proteicos puede ocasionar obstrucción tubular, rotura de la membrana basal tubular, extravasación del contenido tubular y finalmente inflamación intersticial y fibrosis.
Pero niveles menores de proteinuria también pueden ser tóxicos: es bien conocido que cuando las proteínas pasan la barrera glomerular son en parte reabsorbidas por fagocitosis por células del túbulo proximal. Estos productos de degradación de la albúmina reabsorbida se han involucrado en la inducción de citoquinas inflamatorias, factores fibrogénicos, factores de transcripción , que finalmente provocarían la infiltración del intersticio renal por células inflamatorias y el desarrollo de fibrosis.
La evidencia de la importancia fisiopatológica de la proteinuria como factor de lesión renal la obtenemos de los ensayos clínicos donde el bloqueo del sistema renina-angiotensina, que reduce en mayor medida la proteinuria que otros tratamientos antihipertensivos para el mismo grado de reducción de la presión arterial, comportó una menor progresión a insuficiencia renal Terminal.
En el estudio RENAAL, el tratamiento con el bloqueqador del receptor AT1 de la Ang II (antagonista de los receptores de la angiotensina II) losartán se asoció a un 25% menos de progresión de la insuficiencia renal medida como duplicación de la creatinina plasmática basal y un 28% menos de evolución a insuficiencia renal Terminal. También en el estudio IDTN, el tratamiento con ARA II irbesartán comportó una disminución del riesgo de duplicar la creatinina plasmática basal del 33 al 37% respecto a otras estrategias antihipertensivas .
Otro dato a favor seria el hecho de que tratamientos dirigidos al control de otros factores de progresión de la enfermedad renal como la hipertensión arterial y la hiperglucemia también podrían ejercer su efecto protector en parte, por la reducción de la proteinuria.
Por tanto, las nefropatías proteinúricas son enfermedades renales crónicas con riesgo elevado de progresión a enfermedad renal Terminal. Por ello uno de los objetivos terapéuticos en dichas nefropatías es la reducción de la proteinuria.
Cari Martínez.
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