Recomendaciones dietéticas en el trasplantado renal

Después del trasplante van desapareciendo las restricciones dietéticas que tenía y se le permitirá comer “casi de todo”, siempre en función de su estado. Deberá seguir las recomendaciones de su equipo de salud.
Algunas recomendaciones de carácter general son las siguientes:
Es importante que beba la cantidad de líquido que tenga prescrita.
Aunque le parezca una cantidad demasiado alta, hacerlo favorece el funcionamiento de su nuevo riñón. Se le insistirá en que controle su peso ya que es muy posible que
tenga tendencia a engordar y el sobrepeso no le conviene.
Dicha tendencia se produce por la mejoría de su estado general, porque los alimentos le sabrán mejor y por el uso de corticoides como medicación inmunosupresora.
Su dieta debe ser equilibrada y ajustada a sus necesidades calóricas.
La cantidad de comida dependerá de lo que su cuerpo necesite, debe evitar el consumo de sal (que interviene en la hipertensión) y de grasas animales (que aumentan el colesterol y los triglicéridos); tampoco debe abusar de dulces y repostería industrial.
Debe tener especial cuidado en no consumir ciertos alimentos crudos (huevos, carnes, pescados y moluscos poco hechos, leche no pasteurizada…). Se recomienda que la dieta sea rica en fibra, ya que ayuda a prevenir el estreñimiento, y el uso de aceite de oliva para cocinar.
Modere el consumo de huevos (2-3 por semana) y no olvide que la sal también se encuentra en embutidos, conservas y platos precocinados, por lo que deberá controlar su consumo.
Estas son las recomendaciones generales, pero algunos pacientes tendrán que hacer dietas especiales, debido a que padecen ciertos problemas: diabetes, colesterol alto, potasio alto, etc. Y se le darán instrucciones especiales.
Como la población general, podrá tomar café o bebidas con cafeína dependiendo de su tensión arterial y como cualquier persona deberá limitar el consumo de alcohol y suprimir totalmente el tabaco.
Si padeciera alguna enfermedad crónica cuyo tratamiento
implique una dieta especial (como la diabetes,
por ejemplo) debe continuarla. Estar trasplantado no significa que pueda “saltarse” esa dieta.
Fuente: guía para el trasplantado renal. Hospital Virgen del Rocío de Sevilla.
Rosa Borrás.
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