Oligoanuria en el postrasplante inmediato: ¿Cómo manejarlo?

El postoperatorio inmediato del trasplante renal es un periodo crucial en su evolución. Pueden existir complicaciones isquémicas (necrosis tubular aguda), inmunológicas (rechazo agudo), quirúrgicas (trombosis vascular, fístulas..) e infecciosas que marcan el porvenir del injerto, y por tanto, el éxito o fracaso del trasplante.
El primer paso es confirmar que el paciente está en situación de oligoanuria, para lo que se comprobará la correcta colocación y permeabilidad de sonda urinaria. Para ello se realizaran lavados de las sonda para intentar movilizar posibles coágulos que se hayan quedado adheridos, sobre todo en casos de hematuria importante o sondajes traumáticos.
Es importante valorar las características del donante, ya que influyen en la evolución del postoperatorio inmediato. Determinados factores predisponen a desarrollar una Necrosis tubular aguda (NTA) con oligoanuria como es el caso de los donantes añosos o los que han permanecido varios días en la Unidad de Cuidados Intensivos con intestabilidad hemodinámica y requerimientos de altas dosis de drogas vasoactivas. Es frecuente también en el caso de los donantes a corazón parado, debido a que el proceso de isquemia-reperfusión es más acusado y da lugar a una NTA más extensa.
La reposición de líquidos controlando las presiones venosas centrales (PVC), evitar posibles nefrotóxicos y minimizar los inhibidores de la calcineurina son medidas importantes para intentar evitar un retraso en la función inicial del injerto. Los inhibidores de la calcineurina dado su efecto vasoconstrictor puede prolongar la NTA. Si el paciente presenta un buen estado de hidratación, unas cifras de presión arterial dentro de la normalidad y persiste oligoanuria que no responde a la intensificación del tratamiento diurético, será necesario recurrir a exploraciones complementarias que nos orienten en el diagnóstico.
En el Eco-doppler lo primero que se debe evaluar es la ecogenicidad del parénquima renal, los diámetros y volumen del injerto y su sistema excretor, comprobando si existe permeabilidad. En el caso de patología obstructiva, se debe intentar identificar la causa y el nivel de la obstrucción. Con el eco-doppler podemos confirmar la presencia de flujo arterial y venoso, que descarten complicaciones vasculares.
Sin embargo, el diagnóstico definitivo que nos hará el diagnóstico diferencial entre un rechazo, toxicidad por inhibidores de la calcineurina y necrosis tubular aguda, que son las más frecuentes una vez descartadas las complicaciones vasculares y obstructivas, es la biopsia renal. Habitualmente se suele realizar de forma percutánea y bajo control ecográfico.

Cari Martínez.
Comentarios recientes