Proteinuria. ¿Cómo daña al riñón?

En condiciones normales se filtran en el glomérulo proteínas de bajo peso molecular y pequeñas cantidades de albúmina. La mayoría de las proteínas filtradas son reabsorbidas y catabolizadas en el túbulo proximal y sólo una mínima cantidad es excretada en orina. También se eliminan en orina proteínas excretadas por las células tubulares procedentes del tracto urinario inferior que constituye la proteinuria de Tamm-Horsfall. La excreción normal de proteínas en orina es de 80±24 mg/24h, de las cuales aproximadamente 10-15 mg corresponden a albúmina y el resto son proteínas procedentes de células tubulares y proteínas de bajo peso molecular. Clásicamente se ha considerado “microalbuminuria” la presencia de albuminuria entre 30-300 mg/24 o 20-200 µg/min. Los valores superiores a 300 m/día se consideran macroalbuminuria o proteinuria.
La proteinuria es un indicador de la probabilidad de padecer insuficiencia renal crónica (IRC) progresiva tanto en pacientes diabéticos como en los no diabéticos.
La progresión de la Insuficiencia renal crónica se relaciona con la intensidad de la proteinuria, por tanto, es un factor modificable y uno de los objetivos del tratamiento.
La proteinuria constituye, por tanto, un importante factor predictor de progresión de la IRC , independiente de la etiología de la misma y su grado de control marca la evolución de la enfermedad renal.
¿Cómo daña la proteinuria al riñón?
La proteinuria acelera la progresión del daño renal por múltiples mecanismos, que incluyen la expresión de quimiocinas tubulares y complemento, que producen inflamación e infiltrado intersticial y provocan fibrogénesis. Se activa así el factor trasncripcional nuclear ?B (NF-?B) y los receptores tubulares para la captación de proteínas.
Cari Martínez.
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