Solo el 12% de los trasplantes de riñón son de donante vivo

Solo el 12% de los trasplantes de riñón son de donante vivo

Nos ha parecido interesante esta noticia publicada en el diario “El periódico de Cataluyna” por Alba Martínez el 2 de Abril respecto a los trasplantes de riñón de donante vivo.

Georgina Pascual y Agustín Badosa son marido y mujer. Él tiene 73 años; ella, 69, y hace poco más de cinco meses, el pasado 23 de octubre, la vida de ambos cambió por completo de la noche a la mañana, literalmente. Sobre todo la de ella, que recibió de su marido un riñón que le evita el tratamiento de diálisis y con el que hoy día hace una vida normal.

Como era el caso de Georgina, en España hay 4.000 personas con disfunción renal esperando un riñón compatible. Pese al incremento del 30% de las donaciones en vivo entre el 2010 y el 2011, estas solo representan un 12% de los trasplantes renales, una cifra insuficiente que condena a muchas personas a tratamientos sustitutivos, como la diálisis, para el resto de su vida.

La donación en vida solo es posible de riñón y, en algunos casos, de hígado, y tiene un índice de éxito altísimo.

Por desgracia, solo la mitad de las personas que necesitan un riñón lo reciben, algo que podría cambiar con un poco más de información a la población. Con ese fin nace la campaña Donar es recibir, que surgió a raíz de la formación de un grupo de expertos nefrólogos y en la que participan, entre otras entidades, la Sociedad Española de Nefrología y la firma farmacéutica Novartis.

El grupo de expertos está encabezado por el doctor Ignacio Revuelta, de la Unidad de Trasplante Renal del Hospital Clínic de Barcelona: «La intención de la campaña es informar sobre las donaciones en vivo de riñón, las más eficaces en caso de disfunción renal, de modo que todas las personas sepan que pueden ser donantes en un momento dado», explica. Y es que muchos pacientes se quedan sin la oportunidad de recibir un riñón porque sus familiares y amigos ignoran esta posibilidad.

Por eso la campaña también va dirigida a personal médico, que puede orientar sobre las diferentes opciones de tratamiento. El trasplante es la mejor solución en el 20% de las disfunciones renales, cuando hay garantías de que mejorará la calidad de vida del paciente y de que este soportará la operación y el tratamiento posterior. En el caso de Georgina, tras muchos años con medicación que la mantenía controlada, había llegado a una fase crítica previa a la diálisis cuando su marido apostó por ser su donante. «Cuando mi mujer empezó a encontrarse mal, de pronto un día le dije al médico si no podría ser yo quien le diera un riñón», cuenta Agustín.

«Nunca olvidaré la cara que puso el médico, la expresión de felicidad en sus ojos cuando oyó mis palabras», añade. Hoy, cinco meses después de ese 23 de octubre, ambos celebran el trasplante y sorben cada segundo de su nueva vida: «A los dos meses de la operación ya estaba totalmente recuperada y ahora hago una vida completamente normal. Solo me siento un poco cansada a veces», dice emocionada Georgina.

Para las personas susceptibles de ser operadas es importante no pasar por la diálisis, ya que eso puede reducir las probabilidades de éxito de la intervención. Por eso la donación en vivo, que puede proceder de un familiar, un amigo o incluso de un donante altruista, es la mejor forma de asegurar el éxito. Para el donante, los efectos secundarios son muy pocos. El primer mes tras la intervención puede sentirse cansado mientas el cuerpo se adapta, pero luego hace vida normal. «Solo estuve dos noches en el hospital y a los pocos días ya me encontraba bien. Estoy deseando retomar mis clases de golf», dice Agustín. A cambio, la vida de alguien da un giro de 360 grados. «Cada día pienso que de no ser por mi marido, o por mis hijos, que también quisieron ser donantes, hoy estaría esclavizada por la diálisis», concluye Georgina.

Noticia publicada por Alba Martínez el 2-4-13 en “El Periódico de Catalunya”.
http://observatorio-prensa.ont.es/PDF/69195751.pdf

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