Más de 500 valencianos están a la espera de un trasplante que les salve la vida

Más de 500 valencianos están a la espera de un trasplante que les salve la vida

Nos ha parecido interesante esta noticia publicada en el diario “Las provincias” por Laura Garcés el 12 de julio del presente año.

La donación de órganos no vive su mejor momento. En los últimos años ha caído hasta el punto de que cada vez es mayor el número de pacientes cuya vida depende del momento en que aparezca el donante idóneo. En la Comunitat en estos momentos son más de 500 los valencianos que comparten la vital inquietud.

La situación, reconocida por los especialistas, ha empujado a activar nuevas técnicas quirúrgicas para afrontar unas circunstancias que en gran parte han llegado como consecuencia del descenso de los accidentes de tráfico. Entre las alternativas exploradas por los expertos para responder al descenso de donantes se encuentra el trasplante entre vivos, una técnica que ya se ha practicado en varias ocasiones en la Comunitat.

La última hace sólo unos días en el Hospital Doctor Peset. Este centro sanitario estrenó la técnica la semana pasada para implantar a una paciente de 59 años un riñón donado por su marido. La enferma recibió el alta ayer, sólo siete días después de la intervención.

La doctora Susana Sancho, coordinadora de trasplantes del Doctor Peset, se mostró contenta por una operación en la que todo fue bien, pero no ocultó la preocupación que acompaña a los especialistas por la constatación de que «la lista de pacientes en espera aumenta». Los ciudadanos enferman al mismo ritmo que lo hacían años atrás, pero «no contamos con los mismos órganos que se tenían».

En este centro sanitario, autorizado para trasplantes renales y de córnea, el registro de pacientes pendientes de entrar en un quirófano para recibir el órgano de un donante se eleva a 165, «la mayor parte renales », puntualiza la doctora. En La Fe la lista es mucho mayor. Este centro sanitario está autorizado para llevar a cabo todo tipo de trasplantes, de ahí que sean muchos más los enfermos en espera.

Desde la dirección de La Fe apuntan que en su registro están inscritas 398 personas. La mayor parte, 212, requieren una intervención renal. 86 esperan un trasplante hepático, mientras que 44 viven pendientes de que llegue una córnea compatible con su organismo. Las intervenciones de pulmón pendientes son 30, las cardíacas 16, las renales infantiles cinco, como las de páncreas y riñón.

El ritmo de las donaciones se ha ralentizado, pero los trasplantes no se han detenido. En el Peset en lo que va de año ya se han practicado 28 y en La Fe son 225. En la consecución de estos resultados juega un papel importante el impulso de las alternativas.

Nuevas operaciones De hecho, ayer la doctora Sancho ya anunció que están «estudiando a familiares de dos pacientes para someterles a un trasplante renal entre vivos». Previsiblemente lo realizarán entre los meses de septiembre y octubre. Este tipo de intervenciones, como la practicada a la paciente que ayer recibió el alta, comporta una preparación previa tanto del donante como del receptor.

La posibilidad de estudiar al donante y al receptor constituye, tal como apunta la doctora Sancho, «una ventaja» de cara a la recuperación del paciente receptor. La especialista insistió en la paciente que ayer dejó el hospital «sólo una semana después de la operación». En el caso de que la operación hubiera sido a partir de donante cadáver la recuperación habría sido más larga.

Las operaciones entre pacientes vivos ya se practicaban en los años 70. Con posterioridad los buenos resultados de donación fueron apartado este modelo hasta que hace unos años, cuando cambiaron las tornas se recuperaron los programas.

El Hospital La Fe reactivó esta técnica hace varios años, pero no es la única vía que ha abierto para hacer frente a la escasez de órganos. Este centro sanitario incorporó a su programa de trasplantes las intervenciones a partir de órganos de pacientes fallecidos por parada cardíaca Ello supuso una novedad en tanto que sólo eran válidos los órganos de personas fallecidas por muerte cerebral.

La búsqueda de soluciones mostró una cara más el pasado mes de abril. También en La Fe, se implantó un corazón artificial. En el momento de dar a conocer el resultado de la intervención, el doctor José Anastasio Montero, director del área clínica de enfermedades cardiovasculares, ya mostró su preocupación por el descenso de donantes de corazón. Y se refirió a los implantes mecánicos como una posibilidad de « futuro», no sólo para sustituir un trasplante, sino también para que el paciente en situación inestable pueda esperar la aparición del donante idóneo. La búsqueda de alternativas no se detiene.

Nota de prensa original

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