Dieta mediterránea

Dieta mediterránea

Lo que comemos es un factor clave para reducir el riesgo de padecer insuficiencia renal crónica, al menos eso concluyó un estudio publicado en la revista Clinical Journal of the American Society of Nephrology (CJASN).

Los investigadores concluyeron que la dieta mediterránea representa la mejor opción para cuidar la salud renal. Para ello deberías incluir en tus comidas un alto contenido de frutas, verduras, pescado, legumbres y grasas saludables, como el aceite de olivo.

La enfermedad renal crónica es una epidemia creciente. A pesar de los avances significativos en la protección contra la enfermedad renal y su progresión, el tratamiento es agresivo y puede desencadenar hipertensión y diabetes, además del hecho de que muchas personas aún experimentan disminución de la función renal a medida que envejecen.

Muchos estudios han encontrado una asociación favorable entre la dieta mediterránea y una gran variedad de resultados de salud, entre ellos los relacionados con las enfermedades cardiovasculares, la enfermedad de Alzheimer, la diabetes y el cáncer. Cada vez hay más evidencia de que una dieta pobre se asocia con la enfermedad renal, pero se desconocía si los beneficios de una dieta mediterránea también podrían extenderse a la salud del riñón”, señaló el Dr. Minesh Khatri a EurekAlert!

La dieta mediterránea incluye un mayor consumo de frutas, verduras, pescado, legumbres y grasas saludables, y una reducción en la ingesta de carnes rojas, alimentos procesados y dulces.

Los investigadores examinaron las asociaciones de la dieta mediterránea sobre la función renal a largo plazo en un estudio observacional prospectivo. En su análisis, se dio seguimiento a 900 participantes durante casi 7 años. Quienes se adhirieron estrictamente a una dieta mediterránea, mostraron un riesgo 17% menor de desarrollo de enfermedad renal crónica. Los patrones dietéticos similares a la dieta mediterránea se vincularon con un riesgo 50% menor de desarrollo de enfermedad renal crónica y un riesgo 42% menor de sufrir un rápido deterioro de la función renal.

La doctora Julie Lin del Hospital de Mujeres Brigham hizo hincapié, en declaraciones publicadas en EurekAlert, en que la dieta mediterránea es sólo uno de los componentes de un estilo de vida saludable.

Aunque es un objetivo aparentemente simple, la consecución de este es un reto. Tenemos que empezar por entender que en la realidad no hay ninguna píldora mágica o alimento milagroso, sólo la vigilancia y la disciplina de la dieta y el ejercicio regular, y la rara indulgencia en ocasiones muy especiales”, escribió Lin.

Si quieres leer el resumen del estudio entra a la revista Clinical Journal of the American Society of Nephrology (CJASN).

Dra. Gicela Portilla
MIR Nefrología
Hospital General De Valencia

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