¿El consumo de café/té es perjudicial para el riñón?

La cafeina es la sustancia farmacológicamente activa más usada en el mundo. Aproximadamemte el 90% de la población adulta consume alguna cantidad de cafeína diaria en cualquiera de los productos que la contienen (café, té, bebidas energéticas, chocolates..).
El café fue descubierto hace más de un milenio en Etiopía. Desde entonces se han escrito muchos textos respecto a los efectos que la cafeína pudiera ocasionar en el organismo. Al tratarse de una sustancia psicoactiva se ha regulado e incluso prohibido por varias razones desde religiosas hasta políticas. Se han llegado a escribir libros sobre la “histeria sexual” que podría ocasionar…
Pero volviendo al tema que nos atañe, desde la perspectiva de la salud, limitándome exclusivamente a efectos cardiovasculares y renales del café (estos efectos dependen de la cafeína y su dosis, una sola taza tiene aproximadamente 100-200mg de cafeína).
Existe alguna evidencia de que la cafeína puede causar aumentos momentáneos de la presión arterial (hasta 10 mm de Hg), especialmente en personas que no son consumidoras habituales de café. Sin embargo, este efecto se ve potenciado en los ancianos y las personas que tienen hipertensión subyacente. Más allá de este pico de corta duración de la presión arterial, hay algunos datos que la cafeína también podría tener un efecto crónico a largo plazo en el aumento de la tensión arterial.
Ya que puede ocasionar elevación de las cifras tensionales se podría pensar que moderar el consumo de cafeína pudiera indirectamente tener un efecto beneficioso sobre los riñones, sin embargo a fecha de hoy no hay datos ni evidencia científica que apoye este hecho. Parece ser que un consumo equivalente a 3-4 tazas de café al día no aumenta el riesgo de enfermedad renal. Esto se aplica a la persona promedio.
Mi opinión y conclusión final: si no es una persona hipertensa, anciana, propensa a formación de cálculos renales puede consumir cantidades moderadas de café desde un punto de vista estricto del riñón.
Sara Aparicio
MIR Nefrología
Hospital General de Valencia.
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