Estrategias de abordaje de la enfermedad renal crónica

Estrategias de abordaje de la enfermedad renal crónica

Documento estratégico:
Para Cannata-Andía, teniendo en cuenta que solo una de cada cinco personas mayores de 65 conoce que padece insuficiencia renal, la estrategia en el abordaje de la cronicidad renal “debe ser integral”, implicando a pacientes, profesionales y administraciones sanitarias.

La Sociedad Española de Nefrología (SEN) ha elaborado un documento marco en el que se contemplan cinco estrategias consideradas esenciales:

Línea estratégica nº 1. Promoción, prevención y detección precoz.

Objetivo general 1: Reducir la incidencia y/o progresión de la enfermedad renal crónica (ERC).

Línea estratégica nº 2. Atención al paciente con ERC.

Objetivo general 2.1.: Disminuir la morbimortalidad de los pacientes con ERC.

Objetivo general 2.2.: Garantizar una buena atención al paciente con ERC.

Objetivo general 2.3.: Garantizar la continuidad asistencial del paciente con ERC.

Objetivo general 2.4.: Potenciar y mejorar los Sistemas de Información.

(Mejorar la gestión del registro de enfermos renales).

Línea estratégica nº 3. Empoderamiento del paciente.

Objetivo general 3: Fomentar la participación activa del paciente y de asociaciones de pacientes.

Línea estratégica nº 4. Formación de profesionales.

Objetivo general 4: Mejorar las capacidades y habilidades de todos los profesionales implicados en la prevención y control de la ERC.

Línea estratégica nº 5. Investigación.

“La prevención y detección precoz encabezan las medidas de actuación. Prevención de la diabetes, hipertensión, obesidad; todos factores de riesgo cardiorrenal demostrados; detección precoz para evitar que las lesiones renales no progresen; mejorar la atención de los pacientes y de los tratamientos sustitutivos; empoderar a los pacientes y, por último, llevar a cabo una formación continua de los profesionales”. El objetivo final de este acuerdo marco es evitar insuficiencias renales muy avanzadas que necesitan tratamientos agresivos. “Los programas de detección son claves para evitar la pérdida lenta de la función renal”, aclara Del Pino.

Las dietas ricas en fosfatos hacen trabajar más al riñón:

Las dietas ricas en fosfatos hacen trabajar más al riñón

Las dietas de hace cien años no contenían apenas fosfatos, una sal conservante muy abundante en los actuales alimentos procesados. La ingesta de fosfatos en las dietas occidentales es hoy bastante superior a la recomendada, “lo que implica que el riñón debe hacer un esfuerzo extra para eliminarlos”.

“Si a ello se añade un mal funcionamiento renal y que la actividad disminuye con la edad, el problema está servido”, indica Alberto Ortiz, quien alerta de este hecho entre los ancianos, “a los que se suelen dar suplementos de fósforo, y en los que se deberían limitar las dietas y alimentos ricos en fosfatos”.

Diario médico

Senefro

Dra Ana Mª Oltra
Dra Caridad Martínez
Nefrología. CHGUV

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