Nuevo marcador de riesgo vascular en el síndrome antifosfolipídico (Parte II)

Nuevo marcador de riesgo vascular en el síndrome antifosfolipídico (Parte II)

En el caso concreto de personas con insuficiencia renal terminal (IR), las investigaciones realizadas por los expertos evidenciaron que el 30 por ciento presentan aPL. Además, tienen trombos en los riñones cuando son trasplantados y presentan un alto riesgo de perder el órgano después del trasplante. El estudio que ahora publica Circulation se ha llevado a cabo sobre un grupo de personas con anticuerpos antifosfolipídicos y que iban a ser trasplantadas de riñón. En estos se realizaron determinaciones sanguíneas de inmunocomplejos antes del trasplante.

Pérdida del trasplante

Uno de los hallazgos es que después del injerto los que concentraban la mayor parte de los eventos trombóticos eran los que presentaban inmunocomplejos, lo que supone que «hemos descubierto un nuevo mecanismo patogénico, los inmunocomplejos, que hay que analizar con más profundidad, ya que están presentes desde antes de que aparezca el evento trombótico. Se trata de un primer paso para avanzar en el conocimiento de esta enfermedad. Para las personas que van a someterse a un trasplante de riñón, seguir con las investigaciones es determinante porque cuando la pérdida del injerto se debe a trombosis, ésta se produce en los días o semanas inmediatamente posteriores al trasplante».

En este sentido, Serrano ha adelantado a Diario Médico (DM) que los inmunocomplejos también han empezado a estudiarse en otro tipo de trasplantes, pues se sospecha que su presencia y actividad podría estar presente en ellos. También se pretenden ampliar las investigaciones sobre población de riesgo a otras inmunoglobulinas, con la previsión futura de poder estudiar todas.

Una de las claves de este conocimiento para la asistencia clínica es que la prevención debe, por tanto, reforzarse de forma específica en los grupos que presentan inmunocomplejos positivos a B2A-CIC. Los inhibidores de la vitamina K o la heparina son los fármacos más usados en prevención, ya que la aspirina apenas tiene efecto, y son capaces de neutralizar el riesgo. No obstante, y puesto que la anticoagulación no está exenta de riesgos, es esencial «discernir si se deben aplicar medidas preventivas a todos los pacientes con aPL. No se debe anticoagular a todos porque podrían dispararse los efectos adversos. Solo merece la pena asumirlos cuando el riesgo se considera alto».

Fuente de la noticia

Dra Ana Mª Oltra
Coordinadora Blog Renal
Nefrología. CHGUV

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