Sedentarismo e inactividad física. Definición

Sedentarismo e inactividad física. Definición

Definir los distintos conceptos relativos al comportamiento sedentario ha sido el objetivo de 84 investigadores internacionales que pertenecen a The Sedentary Behaviour Research Network (SBRN), encabezados por Marc Trembley, de la Universidad de Ontario.

Jesús del Pozo-Cruz, del departamento de Educación Física y Deporte de la Universidad de Sevilla, ha sido el representante y traductor español, junto a otros tres hispanohablantes de universidades de Auckland, Chile y Colombia. El grupo de investigadores ha definido nueve conceptos -inactividad física, comportamiento sedentario, posición de pie, tiempo de pantalla, tiempo sedentario sin uso de pantallas y estar sentado- que se incluyen habitualmente en las investigaciones.

«Cuando hablamos de comportamiento sedentario se suele confundir con inactividad física y debemos diferenciarlo. La inactividad física implica no reunir las recomendaciones de 150 minutos de actividad semanales para adultos o de 60 minutos diarios para niños, mientras que el comportamiento sedentario engloba cualquier actividad que, en el estado de vigilia, conlleve un gasto metabólico menor o igual de 1,5 MET«, ha explicado Del Pozo-Cruz a DM.

El comportamiento sedentario incluye las actividades que se realizan acostado, reclinado o sentado siempre que su gasto calórico sea menor o igual a 1,5 MET. Además, no incluye estar de pie.

Las definiciones de consenso quieren unificar la terminología para que los conceptos aplicados en investigación sean los mismos y poder avanzar en el conocimiento sobre el comportamiento. Así, por ejemplo, se diferencia el tiempo de pantalla de cualquier otro comportamiento sedentario con el objetivo de intervenir sobre la actividad, no porque a nivel fisiológico se produzca una repuesta diferente. «Necesitamos investigación que corrobore y use este consenso terminológico para poder afianzar este paradigma».

El consenso incluye por primera vez el concepto de «comportamiento estacionario», que se refiere a cualquier comportamiento realizado por el individuo en posición acostada, reclinada, sentada o de pie mientras se está despierto, sin ambulación e independientemente del gasto energético. Además de al español, el documento se ha traducido a otros ocho idiomas: chino, holandés, inglés, francés, alemán, griego, japonés, coreano y portugués tanto para Brasil como para Portugal.

Sedentarismo y actividad

La dificultad de la investigación radica en el hecho de que, tal y como establece la literatura, el sedentarismo es independiente de la inactividad física. «Hasta ahora se estudiaban dos conceptos: actividad o inactividad física sin entrar a profundizar en el sedentarismo. Se puede ser activo y sedentario, es decir, que se pueden cumplir los 150 minutos recomendados de ejercicio y ser sedentario el resto del tiempo (se trata de dos factores independientes). No es lo mismo este planteamiento que ser activo las 24 horas del día e interrumpir el sedentarismo durante las ocho horas de trabajo».

Por tanto, es importante conocer el espectro de comportamiento las 24 horas del día y distinguir cuánto tiempo está la persona en actitud sedentaria, cuándo se producen las pausas en ese sedentarismo y durante cuánto tiempo, ya que eso parece tener un efecto más importante sobre la salud que la prescripción de ejercicio. «Son diferentes las implicaciones de un comportamiento u otro para la salud. En ese sentido apuntan las investigaciones puesto que aunque se acumule el mismo tiempo de sedentarismo, no es lo mismo que las interrupciones se realicen cada hora o cada 45 minutos, ya que ese movimiento eleva el gasto metabólico». Para la salud «es mejor interrumpir un mayor número de veces el sedentarismo aunque se mantenga el tiempo en reposo».

Por tanto, la recomendación debería centrarse en aumentar la actividad diaria, siempre que la función física lo permita, y procurar caminar, subir escaleras… Del Pozo-Cruz ha explicado que, en su opinión, «las recomendaciones deben ir encaminadas al aumento de la actividad. Para eso debe existir alguna herramienta que permita al médico saber cómo de activa o de sedentaria es la persona y recomendar el incremento de actividad física no la prescripción de ejercicio, que deberían realizar los profesionales del ejercicio».

Fuente de la noticia

Dra Ana Mª Oltra
Coordinadora Blog Renal
Nefrología. CHGUV

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