¿Por qué debo comer poco calcio? Parte I

Aunque muchas veces no nos damos cuenta, nuestros riñones se encuentran trabajando todo el tiempo, encargados de filtrar y de regular una importante cantidad de productos que se encuentran dentro de nuestra sangre. Para los pacientes con enfermedad renal crónica, el daño progresivo del riñón supone la disminución de la capacidad funcional de este órgano, y con ello una serie de adaptaciones del estilo de vida y de la dieta para mitigar los efectos de esta pérdida de función.
Una de los componentes donde se hace más hincapié es en el control del consumo de alimentos con calcio. El metabolismo del calcio se ve acompañado y relacionado con el metabolismo de los huesos y del fósforo (otro mineral del que debemos regular la ingesta). En una persona sana el metabolismo normal empieza por la entrada de calcio a través de los alimentos (como leche, quesos y demás derivados lácteos, mariscos, frutos secos, entre otros), que se absorbe a través del intestino y pasa a la sangre, donde es distribuido por todo el organismo para realizar diversas interacciones. Finalmente una parte se guarda en los huesos y algunos tejidos y otra se desecha a través de la orina y las heces. En regulación intervienen el riñón, la parathormona y la vitamina D.
En las siguientes entregas explicaremos por que se afecta el metabolismo del calcio cuando el riñón se ve afectado, cuáles son sus consecuencias para el organismo y algunas recomendaciones y sugerencias para el día a día. Como información adicional pueden seguir el siguiente enlace de la Universidad de Navarra con un listado sobre alimentos ricos en calcio.
D. Gustavo Useche. Médico interno residente 2º año
Dra. Ana Mª Oltra. Coordinadora Blog Renal
Nefrología. CHGUV
Comentarios recientes