Hemodiálisis domiciliaria

Hemodiálisis domiciliaria

En la década de los 70-80 la instauración generalizada de TRS (terapia renal sustitutiva) en los pacientes con enfermedad renal crónica avanzada generó problemas por falta de unidades de hemodiálisis por la distancia a los domicilios, en este contexto surgió el programa de hemodiálisis domiciliaria (HDD).

Ya en los años 90, a raíz de la creación de numerosas unidades de hemodiálisis, la HDD disminuyó hasta prácticamente desaparecer en nuestro medio. Sin embargo, en países en los que existen largas distancias entre hospitales y domicilios por extensión territorial como Canadá, Australia o Nueva Zelanda, han seguido manteniendo y desarrollando esta técnica y han demostrado ser un tratamiento eficaz y menos costoso que el ofrecido por unidades de diálisis de centros y hospitales.

Actualmente en España resurge la posibilidad de realizar HDD tras comparar resultados de supervivencia con los del trasplante renal. Debido al desuso de esta técnica en los últimos años, los servicios de Necrología se han visto desentrenados en la oferta de esta opción terapéutica, tratado de promocionar su uso en los últimos años con la intención de que aquellos pacientes candidatos puedan beneficiarse de los beneficios clínico-sociales que esta técnica ofrece.

Los beneficios clínicos asociados a las sesiones frecuentes, como el mantenimiento de la función renal residual, mejoría de la tolerancia de las sesiones, mejor control de la tensión arterial y del metabolismo óseo mineral, elevada supervivencia.

Los beneficios sociales como eliminación de los tiempos de espera de trasporte a la unidad de diálisis y la espera a ser atendido por el personal de enfermería. La posibilidad de adaptación de los horarios a las condiciones individuales de cada paciente, resultando más factible la conciliación laboral y familiar.

La HDD ha demostrado ser más económica que la recibida en los centros de diálisis en el modelo de Reino Unido, Australia y Canadá. Pese al mayor consumo de material fungible, existe un ahorro en el transporte, en enfermería, ahorro en menor consumo de fármacos antihipertensivos y de metabolismo mineral óseo y disminución en la tasa de hospitalizaciones.

Algunos autores debaten sobre la implementación de técnicas domiciliarias como primer tratamiento renal sustitutivo, cuando no hay opción inicial de trasplante renal, deberían ser forzadas a implementarse como primera opción.

Fuente original

Oreopoulos DG, Thodis E, Passadakis P, Vargemezis V. Home dialysis as a first option: a new paradigm. Int Urol Nephrol 2009; 41: 595-605.

Dra. Sara Aparicio Peris. MIR 2º año
Dra. Ana Mª Oltra. Coordinadora Blog Renal
Nefrología. CHGUV

También te podría gustar...