Enfermedad renal con los inhibidores de la bomba de protones

El uso de algunos fármacos podría estar relacionado con la prevalencia de ERC, sobre todo en pacientes polimedicados, que en personas de edad avanzada son muchos.

Identificar la iatrogenia de algunos fármacos relacionados con el daño renal podría ayudar a promover el uso racional de estos y reducir la carga de ERC en la población en todo el mundo.

Los inhibidores de la bomba de protones (IBP) como el omeprazol, son uno de los grupos farmacológicos más utilizados en todo el mundo, y se estima que muchas de las prescripciones (entre el 25-70%) no están bien indicadas. Por otra parte, la duración del tratamiento con los IBP frecuentemente, también es inadecuada y no se ajusta a las directrices de las sociedades científicas. Además, se ha observado un aumento exponencial de su uso no solo en adultos sino también en niños y adolescentes.

Desde que los IBP comenzaron a utilizarse en 1990, varios estudios han relacionado su uso con algunos efectos adversos como fracturas de cadera, neumonías adquiridas en la comunidad, infecciones por Clostridium difficile, nefropatía intersticial aguda y enfermedad renal, pero, pocos estudios han evaluado la asociación de los IBP con la enfermedad renal crónica (ERC).

En el estudio de Lazarus B et al., se observa una posible relación del uso de los IBP con el daño renal, concretamente con la ERC. En este estudio, se pone de manifiesto que el uso de los IBP se asocia de forma independiente con un aumento entre el 20-50% del riesgo de aparición de ERC. También se observa, en el estudio, que los antagonistas del receptor H2 de la histamina, que tienen las mismas indicaciones de uso que los IBP, no se asociaban con el riesgo de aparición de ERC.

En el caso de los IBP quizás sea de máximo interés valorar su discontinuación cuando no sean precisos y hacer uso de adecuado de sus indicaciones. En función de la evidencia del manuscrito de Lazarus B et al., podría ser de interés y quizás obligado valorar la función renal de forma sistemática en los pacientes que lleven mucho tiempo utilizando los IBP. Si se observa un deterioro progresivo de la función renal, los antagonistas del receptor H2 de la histamina como la ranitidina, podrían ser una alternativa.

El riesgo de desarrollar ERC también se asoció significativamente con el tiempo de exposición al fármaco.

Conviene recordar que tenemos muchos pacientes mayores polimedicados y con riesgo elevado de deterioro de la función renal.

http://www.elsevier.es/es-revista-medicina-familia-semergen-40-articulo-uso-inhibidor-bomba-protones-el-S1138359316001246

http://www.revistanefrologia.com/es-publicacion-nefroplus-articulo-influye-el-uso-inhibidores-bomba-protones-incidencia-progresion-enfermedad-renal-X188897001761230X

Dra Ana Mª Oltra

Coordinadora Blog Renal

Nefrología. CHGUV

 
 

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