Nuevo documento sobre el manejo de la antisepsia de la piel en terapia sustitutiva renal
Para conocer la situación actual de la antisepsia de la piel en el campo de la nefrología en España, concretamente en relación a los accesos vasculares de hemodiálisis y en los catéteres de diálisis peritoneal, se diseñó una encuesta con 20 preguntas, donde se preguntó tanto a nefrólogos como a enfermería nefrológica.
Esta encuesta fue llevada a cabo por la Sociedad Española de Enfermería Nefrológica y la Sociedad Española de Nefrología (SEN) en 203 unidades de diálisis de todo el territorio español, que incluían tanto hospitales del sistema público de salud como centros del sistema privado‐concertado.
Esta información se ha recogido en un documento, a partir del cual se elaborarán unas recomendaciones de ambas sociedades y que se presentarán en el próximo congreso de la SEN.
Salvo en un caso, prácticamente en todos los centros existe un protocolo específico para la cura del orificio del catéter venoso, y en casi todos existe una alta concordancia entre lo que indica el protocolo y lo que se hace rutinariamente en la práctica clínica.
Para la cura del orificio del catéter venoso central (CVC) para hemodiálisis un 44% utiliza clorhexidina acuosa 2% y un 27,7% prefieren diluida en solución alcohólica al 2%. Solo en un 3% se usa povidona yodada, y casi un 20% se limpia con suero salino (al 0’9% o hipertónico) y poco más del 25% prefieren combinar varios productos para su limpieza. La limpieza del orificio del CVC se realiza más de la mitad de las veces una vez por semana, aunque el 46’8% lo hace en cada sesión de hemodiálisis.
Sin embargo, si el orificio tiene señales de infección, la limpieza se realiza en una cuarta parte con mupirocina, casi un 20% con ciprofloxacino tópico, y un 12% con antibiótico iv o/y tópico. Es decir que en el 50% de los casos con signos de infección se prefiere limpiar la zona con antibióticos tópicos. Si no se elige esta opción, se usa mayoritariamente clorhexidina, con mayor frecuencia en su presentación acuosa, o por suero salino hipertónico y en mucha menor frecuencia con povidona yodada.
Respecto a la zona de punción de la fístula arterio venosa (FAV), el 94% de los encuestados reconocen que tienen protocolos específicos para su desinfección, y que suele corresponderse con lo que se hace en su práctica habitual salvo en un caso. Además, en casi 2/3 de los casos, el propio paciente se lava la zona de punción con agua y jabón antes de que se realice la técnica. El producto para desinfectar la FAV antes de su punción, suele ser 29% con clorhexidina alcohólica al 2%, y un 27% con clorhexidina acuosa al 2%. Le sigue en porcentaje el alcohol al 70% (según el 15% de los encuestados), y un 12% con povidona yodada, y el mismo porcentaje con Cutasept. El 9% restante utiliza otros productos.
La cura de el orificio del catéter peritoneal está menos protocolizada. La cura del orificio del catéter peritoneal durante su cicatrización se realiza fundamentalmente con la mezcla de suero salino más clorhexidina acuosa al 2% o povidona yodada. Cuando se utiliza un único producto para la cura mayoritariamente se elige suero hipertónico (25,5%), mientras que el producto menos utilizado es la clorhexidina alcohólica 2% (2,5%).
La cura del orificio ya cicatrizado y en el domicilio se realiza en un 27,5% con agua y jabón. En otro 27,5% se utiliza una mezcla de productos. En caso de infección del orificio del catéter peritoneal dos tercios de los casos se limpian con una mezcla de varios productos (suero salino hipertónico y mupirocina). En mucho menor porcentaje se utiliza la clorhexidina o la povidona yodada como único producto. Casi en un 50 % se utilizan antibióticos tópicos.
La implantación de los catéteres venosos temporales es llevada a cabo en un 74,2 % por los nefrólogos. La implantación de los catéteres permanentes es llevada a cabo en un 60 % por el radiólogo intervencionista y en menor porcentaje por el nefrólogo o el cirujano vascular.
El producto utilizado en un 74 % para la desinfección del punto de inserción de los catéteres temporales o permanentes es la clorhexidina acuosa 2 %. Un 14,6 % utilizan la clorhexidina alcohólica 2 %. Un 77 % de los nefrólogos no conocen el producto utilizado para desinfectar la zona quirúrgica cuando se realiza una fístula arteriovenosa. De los que lo conocen (23%) dicen que es utilizado la clorhexidina acuosa en un 46% y un 38,5% la povidona yodada.
El 70% de los nefrólogos utilizan antibiótico profiláctico preimplantación del catéter. Habitualmente cefazolina.
http://www.senefro.org/modules.phpname=noticias&d_op=view&idnew=1114
Dra Ana Mª Oltra
Coordinadora Blog Renal
Nefrología. CHGUV
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