¿Qué medicamentos pueden agravar el daño renal?
Los riñones son órganos encargados de filtrar y eliminar las sustancias tóxicas de la sangre, mantener el equilibrio de los electrolitos y participar en el metabolismo hormonal entre otras funciones. Por este motivo cuando existe daño renal se acumulan sustancias en el organismo, tanto de influencia externa (ingestión de toxinas alimentarias, administración de fármacos, inhalación de tabaco, etc.) como generadas por el cuerpo como consecuencia del metabolismo. Por este motivo, una de las preocupaciones consiste en conocer los factores externos que influyen en el normal funcionamiento del sistema renal y averiguar cuáles son controlables para evitar la aparición y progresión del daño a este nivel.
Algunos medicamentos empleados habitualmente en el tratamiento de patologías leves pueden parecer inofensivos pero es importante tener noción de cuáles de ellos pueden agravar el problema renal sobretodo si existe algún antecedente del mismo.
Los AINE (Ibuprofeno, Naproxeno) son fármacos habitualmente empleados en el tratamiento del dolor y la fiebre pero es importante conocer que disminuyen el aporte de sangre a los riñones, y pueden causar un daño directo al tejido de este órgano por lo que no se recomienda su uso cuando existe afectación renal. El paracetamol, al contrario, se puede usar con moderación para similar sintomatología.
También es necesario tener precaución con la administración de estatinas (empleados en el tratamiento de alteraciones en los lípidos como hipercolesterolemia), los antidiabéticos orales (utilizados en la diabetes) o aquellos que forman parte del tratamiento de la acidez gástrica y el malestar estomacal ya que pueden alterar el equilibrio de los electrolitos. Los antibióticos, antivirales y antimicóticos requieren una atención personalizada, ya que es posible la sustitución del mismo o su ajuste a la función renal del individuo. Cabe mencionar por último los productos herbarios, que pueden interactuar con otros medicamentos o aportar minerales como el potasio, nocivos para las personas con enfermedad renal.
Otros hábitos que pueden incrementar el riesgo de padecer enfermedad a este nivel son el consumo excesivo de sal (presente en embutidos, enlatados y alimentos congelados), o de bebidas gaseosas azucaradas (causantes de cálculos renales), la ingesta de proteínas en grandes cantidades, el tabaco o el sedentarismo, tan relacionado con la diabetes.
Siempre es importante consultar con el médico que puede sugerir medicación alternativa o ajustar la dosis a cada caso en particular. No deje de tomar ningún medicamento recetado sin hablar antes con su médico.
Ana María Oltra – Coordinadora
Marta Poves Gómez – MIR 1er año Nefrología
Hospital General Universitario de Valencia
Referencia: http://www.kidneyurology.org/ES/Patient_Resources/PaR_Lib_Painkillers.htm
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