Lo que queremos saber sobre la hemodiálisis domiciliaria

La hemodiálisis se puede practicar en casa, en una unidad de autocuidados/cuidados limitados o en un centro de diálisis. La hemodiálisis domiciliaria (HDD) constituye una buena elección para aquellos pacientes que desean seguir trabajando y prefieren mantener un estilo de vida independiente y flexible. Los pacientes domiciliarios desempeñan un papel activo en el tratamiento de diálisis. 

La hemodiálisis domiciliaria comienza en la década de 1960 y tiene su apogeo en la de 1970, favorecido por la ausencia de una estructura hospitalaria que pudiera asumir la creciente demanda por parte de los pacientes. Posteriormente, coincidiendo con la expansión de unidades de hemodiálisis y el desarrollo de la diálisis peritoneal, se observa una reducción de la proporción de pacientes en hemodiálisis domiciliaria hasta unos valores casi testimoniales. Desde finales de la década de 1990 se asiste a un resurgir de la hemodiálisis domiciliaria. Cada vez son mayores las evidencias de beneficios clínicos (reducción de morbimortalidad, mejor control de la presión arterial y reducción de la hipertrofia de ventrículo izquierdo, mejor control de la anemia y del metabolismo óseo mineral, mejor estado nutricional, aumento de la calidad de vida, etc.), sociales y económicos con el desarrollo de esta. 

Cuando se habla de la HD domiciliaria se hace referencia a la terapia renal sustitutiva con depuración extracorpórea realizada en el ámbito domiciliario. La técnica puede ser realizada por el propio paciente, por un cuidador o por personal sanitario. Es un concepto muy amplio, pues engloba pautas diferentes, entre las que destacan: 

  • HD convencional: 3-5 h, 3 veces por semana.
  • HD frecuente o de alta frecuencia: entre 5 y 7 veces por semana.
    •  Corta: 1,5-3 h por sesión. 
    • Estándar: 3-5 h por sesión.  
    • Larga: > 5 h por sesión. 
  • HD larga (> 5 h): 3 veces por semana o cada 3 días.

La HD domiciliaria puede estar indicada para un amplio y heterogéneo grupo de pacientes, en el que deben estar representados tanto los pacientes jóvenes con una vida activa como los pacientes adultos y ancianos que, independientemente del grado de morbilidad, prefieren recibir la terapia en su domicilio y tienen el apoyo necesario para hacerlo. No se debe ser restrictivo en las indicaciones de la técnica y, en la medida de lo posible, se debe facilitar a los pacientes soluciones que les ayuden a superar las barreras que se encuentren en el desarrollo de esta. 

Asimismo puede realizarse HD domiciliaria tras el fracaso del trasplante o de la diálisis peritoneal, y la indicación también puede surgir desde la propia unidad de HD, en un intento de intensificar la terapia para un mejor control del volumen, de la hipertensión arterial y de la hiperfosforemia. 

No son muchas las contraindicaciones absolutas para realizar la técnica. Es imprescindible disponer de agua y luz en el domicilio del paciente, así como unas condiciones higiénicas mínimas, tanto personales como del domicilio. La enfermedad mental grave, así como la existencia de eventos frecuentes que puedan poner en peligro la vida del paciente (convulsiones, angina, inestabilidad hemodinámica, etc.) y que en ningún caso deben ser abordados en un domicilio ni tratados por un cuidador, también contraindican la técnica. Si el paciente es candidato a trasplante renal de donante vivo tampoco merece la pena iniciar el aprendizaje de esta técnica. 

No todo son ventajas en la HD domiciliaria. En muchos casos se requieren modificaciones (generalmente obras menores) en el sistema eléctrico y de agua del domicilio. 

Cuando el paciente se dializa 5-6 días por semana, su hogar termina convirtiéndose en un hospital. Y no se debe olvidar la figura del cuidador, a menudo infravalorado en el desarrollo de esta técnica. Como en todos los tratamientos crónicos de larga duración, el cuidador sufre un importante desgaste. Quizás se deberían plantear actuaciones complementarias para facilitar el descanso de los cuidadores, sustituciones temporales de estos o incluso traslados temporales de los pacientes a la unidad de diálisis. 

 

http://m.revistanefrologia.com/es-publicacion-nefroplus-articulo-es-el-tiempo-hemodialisis-domiciliaria-X1888970018627949 

https://www.nephrocare.es/pacientes/tratamientos/hemodialisis-domiciliaria-hdd.html 

 

Dra Ana Mª Oltra 

Coordinadora Blog Renal 

Nefrología. CHGUV 

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