¿Debe ser Nefrología la que integre la Aféresis Terapéutica?
Son numerosas las razones por las que la AFT debe estar integrada en la especialidad de nefrología. A continuación se discuten dichos fundamentos:
- Definición. La AFT tiene por finalidad la eliminación del torrente circulatorio de aquellas moléculas o inmunocomplejos que condicionan una enfermedad utilizando diferentes procedimientos de depuración sanguínea (PDS). La hemodiálisis (HD) es el principal PDS, cuyo objetivo es la eliminación de las moléculas de pequeño y mediano peso molecular derivadas de la insuficiencia renal. El resto de los PDS incluidos en la AFT se emplean de una forma más o menos selectiva en numerosas enfermedades de acuerdo con las características moleculares o de los inmunocomplejos que deben depurarse.
- Procedimientos de depuración sanguínea. Los PDS son numerosos; actualmente la AFT dispone para el tratamiento de más 80 enfermedades diferentes, correspondientes a la mayoría de las especialidades médicas. Todos estos PDS implican una circulación extracorpórea (CEC), que nadie mejor que el personal adiestrado de nefrología conoce a la perfección. Como queda reflejado en la tabla 1, dividimos los 23 PDS en dos grupos: en un primer grupo se encuentran los que son aplicados por la AFT de acuerdo con las indicaciones de las categorías I, II y P de la ASFA2 y, en un segundo grupo, se encuentran los indicados en el tratamiento de la insuficiencia renal crónica y aguda. En ambos grupos el tratamiento de los pacientes puede ser incluido en un régimen de tratamiento agudo o en un programa crónico, como la HD o la LDL-aféresis. Ninguna otra especialidad posee esta disponibilidad.
- CEC. Todos los PDS incluidos en la AFT requieren de una CEC, similar a la utilizada en HD y para ello se precisa:
a) Un acceso vascular para proporcionar un flujo de sangre medio de 100 ± 20 ml/min, que puede hacerse a través de accesos vasculares semejantes a los de HD, como las fístulas arteriovenosas (FAV) o los catéteres centrales, transitorios o permanentes. Hay PDE, como la leucocitoaféresis o la granulocitoaféresis que pueden llevarse a cabo por vía venosa periférica, ya que se precisan flujos de 50-60 ml/min;
b) Una anticoagulación durante el proceso aferético semejante a la de HD, generalmente con heparina, aunque también se usa citrato, y
c) Diferentes líneas, filtros y monitores que son empleados en la aféresis terapéutica, semejantes a los de la HD.
- Conocimiento de la CEC y de sus complicaciones. Es fundamental estar familiarizado con las técnicas de CEC, como lo está únicamente el personal especializado en nefrología, conociendo las maniobras de inicio, mantenimiento y finalización de dichos procedimientos extracorpóreos, así como sus complicaciones. Hay que tener en cuenta que la mayoría de ellas son reversibles, y dicha reversibilidad depende fundamentalmente de la precocidad de su diagnóstico y su tratamiento, lo que es fruto de la experiencia. Es fundamental tener este conocimiento, no sólo por la seguridad del paciente sino también desde el punto de vista económico, teniendo en cuenta el alto coste de estas técnicas.
- Mantenimiento crónico de un programa. Las indicaciones de la AFT son, en su mayor parte, de tipo agudo, pero existen una serie de enfermedades que deben ser tratadas periódicamente, bien de forma limitada como es en el caso de las enfermedades inflamatorias intestinales con leucocitoaféresis o granulocitoaféresis, durante cinco-ocho semanas a razón de una sesión por semana, o bien en la maculopatía senil degenerativa, en la que con rheoaféresis se realizan dos sesiones por mes durante cinco-seis meses. Asimismo, puede establecerse un programa crónico de AFT indefinido como ocurre en la hipercolesterolemia familiar homocigótica y heterocigótica y en algunas enfermedades neurológicas, de forma semejante a un programa de HD.
Nefrologia 2011;31(4):379-81
Dra Ana Mª Oltra
Coordinadora Blog Renal
Nefrología. CHGUV
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