¿Es el café beneficioso en pacientes renales?

El café es una de las bebidas más reconocidas en el mundo, con una prevalencia en su consumo de alrededor del 75%. De acuerdo con la Guía Dietética Americana, el consumo moderado de café a lo largo del tiempo no se asocia con el desarrollo de enfermedades cardiovasculares o neoplasias. En algunos estudios además ha demostrado diferencias estadísticamente significativas a favor mostrando un beneficio protector en la progresión de enfermedades como la diabetes, la cardiopatía isquémica, la enfermedad renal crónica o el cáncer. Esto sugiere que podría estar asociado con una disminución del riesgo cardiovascular.

Esta bebida proviene de una planta medicinal (coffea ssp.) muy rica en cafeína que posee propiedades diuréticas, vasoconstrictoras de la circulación cerebral y estimulantes sobre el sistema nervioso que crean una situación de alerta favoreciendo la concentración y evitando la somnolencia además de reducir los problemas migrañosos. El café, además, estimula el sistema digestivo incrementando la secreción de ácidos gástricos y biliares que forman parte de la digestión natural. Contiene elementos antioxidantes como los fitosteroles que ayudan a eliminar los radicales libres, causantes de numerosas enfermedades degenerativas entre las que se encuentra el cáncer.

Su consumo diario no debería de superar los 200-300 gramos (equivalente a una o dos tazas de café), ya que en exceso puede causar trastornos cardiovasculares como arritmias o palpitaciones. Además puede favorecer la aparición de síntomas como acidez gástrica, flatulencias, diarrea o estreñimiento.

En un estudio reciente de la Asociación Americana de Enfermedades Renales donde participaron casi 15.000 individuos de 40 a 60 años que consumían café (1-2 copas al día) se analizó la relación entre el consumo de café y las variaciones en el filtrado glomerular de pacientes sanos. Tras el ajuste demográfico y dietético se analizó la progresión de enfermedades crónicas (en este caso enfermedad renal crónica medida por el Filtrado Glomerular), estableciendo diferentes grupos en función de si ingerían 1, 2, 3 o más de 3 tazas de café a día. Los resultados fueron sorprendentes dado que en aquellas personas que consumían 3 o más de 3 tazas al día, su filtrado glomerular se mantenía y a largo plazo se estipuló que podría reducir el riesgo cardiovascular y el número de eventos en los que se descompensan ese tipo de enfermedades.

Es imprescindible tomar esta información con cautela, ya que el beneficio analizado en los diferentes estudios que avalan el consumo de café de una forma moderada poseen una gran variedad de factores que interactúan con el sujeto analizado, pudiendo condicionar los resultados. En conclusión es interesante conocer que existen muchos productos que poseen características beneficiosas para el organismo pero su exceso podría perjudicarnos, por lo que el equilibrio es la clave de toda dieta y actitud.

Marta Poves Gómez R1 Nefrología – Ana María Oltra Coordinadora del Blog del Paciente Renal
Hospital General Universitario de Valencia