Enfermedad renal crónica en mujeres

La Sociedad Española de Nefrología (SEN) alertaba hace unas semanas de la necesidad de combatir los factores de riesgo de la enfermedad renal crónica en mujeres ya que, en algunos casos como en el sedentarismo o el sobrepeso, alcanzan una «prevalencia preocupante» al afectar a tres de cada cuatro mujeres españolas.

Esta sociedad científica recuerda que el sedentarismo afecta al 70 por ciento de las mujeres, un porcentaje bastante mayor que en el hombre. Asimismo, un 74 por ciento de las mujeres adultas en España presenta exceso de peso, mientras que otros factores de riesgo de enfermedad renal como el colesterol alto o el tabaquismo también son elevados entre la población femenina, al afectar a un 52 y 25 por ciento respectivamente.

Por otro lado, también avisaba de que la prevalencia de la enfermedad renal crónica crece en las mujeres con la edad. Mientras que la prevalencia global se sitúa entre el 7-9 por ciento, la específica en el grupo de mujeres mayores de 65 se eleva al 17 por ciento. El 39 por ciento de las mujeres en tratamiento renal sustitutivo (TRS) –hemodiálisis, diálisis o trasplante– tienen edades comprendidas entre los 36-55 años, situándose la media de edad en los 55 años, y un 13% son pacientes de 18 a 35 años.

Las principales causas de Enfermedad Renal Crónica terminal que conducen a esta terapia en la mujer son la diabetes (18%), la nefropatía vascular (17%), la nefropatía intersticial crónica (11%) y las glomerulonefritis (10%). Y en el caso del trasplante, las mujeres son más donantes que receptores, y representan el 40 por ciento de los donantes de riñón y el 36 por ciento de los receptores.

El informe de la SEN recoge además que, en las mujeres, la mayor preocupación es el impacto de la enfermedad sobre su propia autonomía personal y cómo esta afectará a la situación familiar. La fase inicial de la enfermedad renal es la más impactante sobre la mujer, pues hace que el desconocimiento de la enfermedad, el cansancio y otros factores influyan en su estado emocional. Además, lamentan que la mujer se ve frecuentemente en una situación de desventaja fundamental con respecto al hombre, al tener que compatibilizar su enfermedad con su condición de cuidador o cuidadora.

La SEN, establece como algunas medidas de prevención, tomar tan sólo los medicamentos prescritos por el médico, evitando el abuso de analgésicos, por su toxicidad para el riñón.

Ángel Palacios. MIR 2º Año Nefrología

Ana Oltra, coordinadora del Blog del Paciente Renal

Referencia: http://alcer.org/federacionalcer/mujer-y-enfermedad-renal/