Complicaciones asociadas a la inmunosupresión

Para que el trasplante renal pueda funcionar y no sea rechazado por nuestro organismo por la labor del sistema inmune (como ya comentamos brevemente en una noticia pasada), hace falta que disminuyamos o bloqueemos la acción de ciertos componentes de la respuesta inmune.
Esto lo realizamos administrando fármacos dirigidos a determinadas vías metabólicas lo más especificas posible que permiten disminuir la respuesta inmune adaptativa sin afectar en mayor medida a la innata, pero ellos conlleva a otra serie de factores, entidades o riesgos que detallaremos en esta entrada.

El riesgo de infecciones

Las infecciones son la primera causa de muerte después de un trasplante renal. Lógicamente, al disminuir las defensas del organismo el principal riesgo viene representado por las infecciones. Tanto las habituales, como aquellas denominadas generadas por los denominados patógenos oportunistas (aquellos microorganismo que habitualmente no producirían infección en un paciente sano, son capaces de infectar y enfermar a un paciente inmunodepremido). El mayor riesgo de infección ocurre en los primeros 3 meses después del trasplante, ya que al inicio se administran dosis más altas de inmunosupresores para evitar el rechazo agudo del injerto.

Las infecciones habituales más comunes son las infecciones respiratorias y las infecciones urinarias, en segundo lugar las infecciones gastrointestinales; usualmente existe el antecedente de un familiar infectado que puede haber sido el causante del contagio.
Con respecto a los patógenos oportunistas, los más frecuentes son los virus empezando por el citomegalovirus (CMV) y los poliomavirus (los virus BK y JC), virus de hepatitis, herpes, varicela, por mencionar algunos. Luego nos encontramos con bacterias como nocardia, listeria, pneumocystis, entre otros.
En algunos casos podemos disminuir el riesgo de contagio al vacunarnos. Todos los pacientes trasplantados deben recibir una serie de vacunas para disminuir el riesgo de infección por estos microorganismos; sin embargo, se debe resaltar que NO se deben administrar vacunas con microorganismo vivos o vivos atenuados, solo se deben administrar aquellas con microorganismos inactivados, muertos o proteínas bacterianas/virales.

Vacunación y profilaxis

Otras manera de disminuir el riesgo de infección es a través de la profilaxis (es decir, el tratamiento preventivo). Dependiendo del entorno epidemiológico del centro donde se realicen los trasplantes se administran más o menos medicaciones profilácticas y usualmente se mantienen solo durante los primeros 3 a 6 meses.
No obstante, si a pesar de todo ello un paciente trasplantado contrae una enfermedad infecciosa es importante que lo notifique a su profesional de salud más cercano, y en el caso de fiebre acudir a las urgencias hospitalarias lo más pronto posible.

Toxicidad por inmunosupresores

Los medicamentos inmunosupresores, pueden generar efectos negativos no solo por su acción directa, también por acciones indirectas o reacciones adversas propias a cada familia de medicamentos.
Por un lado tenemos a los anticalcineurínicos (la ciclosporina y el tacrolimus) casi indispensables en la mayoría de los regímenes de inmunosupresión en el algunos pacientes pueden general crecimiento de las encías, perdida de cabello, alteraciones neurológicas, insomnio e incluso daño renal directo (en concentraciones muy elevadas).
Por el otro, el micofenolato (bloqueador de la síntesis de nucleótidos de purina) se caracteriza por generar alteraciones del transito gastrointestinal, diarrea comúnmente. Otro medicamento similar, la azatioprina puede causar anemia o leucopenia (disminución de los glóbulos blancos por debajo de valores adecuados).
Finalmente, otro grupo de medicamentos conocidos como inhibidores de mTOR, el sirolimus y el everolimus pueden causar anemia, hipertensión, ralentizar la cicatrización o generar dolor articular.
Como vemos, son variados los efectos que estos fármacos pueden generar, pero su utilidad y su beneficio sobrepasa dichos riesgos, por ello es importante que en caso de notar alguna alteración o cambio en la normalidad relacionado con los efectos mencionados arriba, contactar con nuestro profesional médico más cercano.

Gustavo A. Useche Bonilla. Residente de 3er año.
Dra. Ana Oltra. Coordinadora del blog.
Servicio de Nefrología. CHGUV

Blog Escuela del Paciente Renal HGUV

La Escuela del Paciente Renal es un proyecto del Consorcio Hospital General Universitario de Valencía donde un grupo multidisciplinar compuesto por nefrólogos, psicólogos y nutricionistas tratamos aspectos de interés para pacientes con alguna patología renal o para aquellos que quieran conocer de una manera más profunda el mundo de la nefrología.

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