La salud sexual en la enfermedad renal

Hoy viernes 14 de febrero, en el Día Europeo de la Salud Sexual, revisamos los problemas de disfunción sexual, que pueden aparecer en el paciente con enfermedad renal crónica.

El primer estudio epidemiológico sobre disfunción sexual y enfermedad renal crónica (ERC) fue publicado en 1973.

La disfunción sexual se define como aquel trastorno que afecta al comportamiento sexual del hombre o la mujer, que le impide disfrutar de las relaciones sexuales, interfiere en sus relaciones personales, y afecta negativamente a su calidad de vida.

Las enfermedades crónicas afectan de manera multifactorial la salud sexual, produciendo un deterioro de la calidad de vida relacionada con la salud, influyendo factores físicos y psicológicos. Los factores físicos incluyen los derivados de la propia enfermedad y sus terapias empleadas, destacando la malnutrición, la anemia y el dolor. Entre los factores psicológicos pueden aparecer problemas de autoestima o disminución del yo, ánimo depresivo y labilidad emocional, fatiga, o dificultades de pareja al convertirse en cuidador o cuidadora. En general, las enfermedades crónicas tienden a alterar las fases del deseo y la excitación, mientras que los tratamientos pueden interferir con cualquiera de las fases de la respuesta sexual.

Aunque una parte significativa de pacientes renales crónicos presentan algún tipo de disfunción sexual, la mayoría de las personas que los atienden no plantean abiertamente este problema.

En el paciente con insuficiencia renal, los factores fisiopatológicos asociados a la disfunción sexual son múltiples y complejos. Ya en sus primeras fases, la insuficiencia renal puede ocasionar alteraciones en el eje hipotálamo-hipofisario-gonadal.

La deficiencia androgénica en varones con ERC afecta al 50-75% de los que reciben hemodiálisis. Se trata de un hipogonadismo hipergonadotropo, con alteraciones en la producción de hormona liberadora de gonadotropinas, hormona foliculoestimulante (FSH), hormona luteinizante (LH) y testosterona testicular. Este estado de hipogonadismo condiciona no solo problemas de erección y de disminución de la libido, sino alteraciones cognitivas, anemia, disfunción endotelial, enfermedad cardiovascular y aumento de la mortalidad. Tras el trasplante, los niveles de testosterona se restablecen o quedan muy discretamente disminuidos.

En la etiopatogenia de la disfunción sexual femenina influyen los mismos factores endocrinos, cardiovasculares y tóxicos que en los varones. La uremia produce alteraciones en la regulación hipotalámica de la secreción de gonadotropinas e incrementos en los niveles de PRL, dando lugar a picos de estradiol más bajos. El pico preovulatorio de LH y estradiol rara vez tiene lugar, por lo que la mayoría de ciclos son anovulatorios. El hipoestrogenismo se manifiesta con disminución de la libido, infertilidad y menopausia precoz.

El tratamiento de estas disfunciones incluye la corrección de factores de riesgo y la modificación de estilos de vida no saludables, terapia hormonal y no hormonal, y un apoyo psicológico que promueva cambios cognitivo-conductuales.

https://www.elsevier.es/es-revista-medicina-familia-semergen-40-articulo-problemas-esfera-sexual-el-paciente-S1138359318303769

Dra. Ana Mª Oltra. Coordinadora Blog Renal

Nefrología. CHGUV

Blog Escuela del Paciente Renal HGUV

La Escuela del Paciente Renal es un proyecto del Consorcio Hospital General Universitario de Valencía donde un grupo multidisciplinar compuesto por nefrólogos, psicólogos y nutricionistas tratamos aspectos de interés para pacientes con alguna patología renal o para aquellos que quieran conocer de una manera más profunda el mundo de la nefrología.

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