Puedo subir de peso tras un trasplante renal

Con motivo del Día Nacional del Trasplante que se celebró ayer 27 de febrero, revisamos un tema de gran interés para los pacientes que se somenten a un trasplante renal.

El incremento de peso después de un trasplante renal (TxR) es frecuente durante el primer año y diversas series han comunicado variaciones entre 2,7 y 10,3 kg. En esta serie el incremento promedio fue 6,6 kg. Se ha observado que el mayor incremento de peso ocurre en los primeros 6 meses del TxR.

El aumento de peso posterior al trasplante se asocia con frecuencia al desarrollo de hipertensión arterial, resistencia a la insulina, síndrome metabólico, diabetes mellitus, hiperlipidemia y enfermedad coronaria. Todas estas condiciones se han asociado a una mayor mortalidad en la población general.

Se ha tratado de relacionar al incremento de peso con la menor sobrevida de injertos y pacientes, así como a la nefropatía crónica del injerto.

El tejido adiposo se reconoce como un órgano inmune que secreta numerosos factores inmunomoduladores como TNF-alfa e IL-6. Se ha sugerido que la obesidad representa un estado inflamatorio de baja intensidad con un rol potencial en la patogénesis y agravación de la hipertensión arterial y la disfunción endotelial. Es frecuente que los pacientes que incrementan su índice de masa corporal después del TxR tengan una PCR más elevada que los pacientes con IMC normal y que desarrollen hiperinsulinemia y síndrome metabólico. La inflamación de bajo grado puede modular el impacto del síndrome metabólico sobre el injerto.

La hiperinsulinemia puede inducir directamente hipertrofia glomerular o indirectamente a través del estímulo del receptor de IGF-1. También puede interactuar con los niveles intrarenales elevados de angiotensina II, aumentando la contracción de las células mesangiales mediadas por angiotensina II. En cultivos de células mesangiales expuestos a altas dosis de insulina se ha observado que aumenta la expresión de colágeno, lo que no es reversible al suspender la exposición a insulina, lo que implica que la exposición a altas concentraciones de insulina origina una transformación genética permanente. Ello sugiere que la ganancia de peso durante el primer año del TxR, con la consecuente hiperinsulinemia, puede tener efectos de largo plazo en la estructura y función del injerto renal.

La obesidad se asocia con un exceso de la carga excretora en relación a la masa corporal, por la ingesta calórica aumentada y el “turnover” tisular, lo que origina dilatación de la arteriola aferente, hiperperfusión, hiperfiltración e hipertensión intraglomerular. Ello puede llevar a glomeruloesclerosis. La hipertensión glomerular es importante porque los trasplantados son monorrenos y hay menos nefronas. La obesidad también aumenta la reabsorción tubular de sodio debido a la activación del sistema simpático y renina-angiotensina-aldosterona. Ello aumenta la velocidad de filtración glomerular en orden a mantener la homeostasis de la sal, lo que origina un aumento de la presión hidrostática glomerular, favoreciendo la glomeruloesclerosis. La hiperlipidemia asociada a la obesidad a través de su interacción con los receptores de LDL en las células mesangiales y el estrés oxidativo favorece la glomeruloesclerosis.

Los niveles patológicos de adipocitokinas pueden originar una nefropatía crónica del injerto en los trasplantados obesos. La leptina, secretada por el tejido adiposo, estimula la expresión de TGF-β en el riñón, originando proliferación de células mesangiales y depósito de colágeno, originando proteinuria, favoreciendo la glomeruloesclerosis y la fibrosis renal. El TNF-alfa secretado por los adipocitos promueve la inflamación intrarenal y favorece la glomeruloesclerosis. Otros factores derivados del adipocito, como A II y el inhibidor del activador del plasminógeno I, producen injuria endotelial favoreciendo el daño vascular y la glomeruloesclerosis.

¿Voy a subir de peso? Algunos consejos.

Muchas personas tienen un mayor apetito después del trasplante, y ganan peso no deseado. Pésese a menudo. Limite los alimentos con alto contenido calórico, como los alimentos grasos, dulces, productos de pastelería y otros alimentos ricos en grasa o azúcar. Puede ayudar a controlar sus calorías comiendo:

·        verduras y frutas crudas

·        carne magra, pollo sin piel y pescado

·        productos lácteos descremados

·        bebidas sin azúcar como refrescos dietéticos.

Si controla su peso reducirá la posibilidad de tener problemas tales como enfermedades cardíacas, diabetes y presión arterial alta. Si aumenta demasiado de peso, tendrá que hacer más ejercicio y seguir una dieta baja en calorías. Pida a su médico que lo remita a un nutricionista para planificar comidas y meriendas bajas en calorías.

https://www.kidney.org/es/atoz/content/nutritrans

https://scielo.conicyt.cl/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0034-98872015000800001

Dra. Ana Mª Oltra. Coordinadora Blog Renal

Nefrología. CHGUV

Blog Escuela del Paciente Renal HGUV

La Escuela del Paciente Renal es un proyecto del Consorcio Hospital General Universitario de Valencía donde un grupo multidisciplinar compuesto por nefrólogos, psicólogos y nutricionistas tratamos aspectos de interés para pacientes con alguna patología renal o para aquellos que quieran conocer de una manera más profunda el mundo de la nefrología.

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