Directrices para el ejercicio físico en pacientes con enfermedad renal crónica
El ejercicio regular mejora la función muscular, ayuda a controlar la presión arterial, disminuye el colesterol y aumenta la calidad del sueño. Pero ojo con los excesos.
A pesar de los múltiples beneficios, muchos pacientes con enfermedad renal crónica (IRC) no realizan ejercicios físicos debido al desconocimiento con respecto a que tipo de ejercicios se pueden hacer. ¿Con qué frecuencia deben realizarlos y cómo crear un programa de «fitness»?. La Fundación Nacional del Riñón de los Estados Unidos (National Kidney Foundation: NKF) ha publicado 7 preguntas comunes de los pacientes con ERC sobre los ejercicios físicos que ayudan a tomar decisiones al respecto.
1. ¿Qué tipos de ejercicios puedo hacer?
Elija una actividad continua, tales como caminar, nadar, andar en bicicleta (fija o en exteriores), el baile aeróbico o cualquier otra actividad en la que tiene que mover grandes grupos musculares de forma continua.
Otros ejercicios con un bajo nivel de desgaste físico también pueden ser beneficiosos. En este caso el programa de ejercicios debe implicar utilizar bajo peso con muchas repeticiones del ejercicio, evitando levantar objetos pesados.
Una forma sencilla de hacer ejercicio y ayudar a muchos otros pacientes con (IRC) es reunirse a un local común y realizar los ejercicios en grupo.
2. ¿Con qué frecuencia y por cuánto tiempo debo hacer ejercicios?
Haga ejercicios por lo menos tres días a la semana. Estos deben ser días no consecutivos, por ejemplo, lunes, miércoles y viernes. Tres días a la semana es el requisito mínimo para lograr los beneficios de su ejercicio. Trabajar por sesiones de 30 minutos. Es indispensable que incremente de a poco el ritmo de los ejercicios si no esta habituado a realizarlos. Todo con moderación.
3. ¿Puedo tomar parte de una actividad física vigorosa?
Sí. En el pasado, se pensaba que las personas con enfermedad renal no sería capaces de participar en deportes vigorosos. Ahora sabemos que los pacientes que deciden seguir un programa de ejercicios de este tipo, son más fuertes y tienen más energía. Para ello es indispensable consultar con un profesional que lo asesore para evitar lesiones osteo-musculares.
4. ¿Cuál es el límite del esfuerzo físico durante el ejercicio?
Esto es difícil de medir ya que depende de su propia capacidad de esfuerzo y el entrenamiento previo. Algunas de las siguientes ideas son útiles:
Su respiración no debe ser tan agitada como para no poder hablar con alguien durante el ejercicio. Trate de conseguir un compañero de ejercicio, como un familiar o un amigo.
Usted debe sentirse completamente normal dentro de una hora después del ejercicio. Si no es así, reduzca la intensidad la próxima vez.
Usted no debe sentir un dolor muscular tan intenso que le impida realizar el ejercicio en la próxima sesión.
La intensidad debe subir lentamente con los días. Comience poco a poco con una sesión de calentamiento, continuando con el ejercicio previsto y finalizando lento otra vez antes de terminar. Lo más importante es empezar despacio y avanzar gradualmente, permitiendo que su cuerpo para adaptarse a los crecientes niveles de actividad.
5. ¿Cuándo se debe hacer ejercicio?
Trate de programar su ejercicio en su día normal. Espere al menos una hora después de una comida grande. Evite las horas muy calurosas del día. Los mejores momentos suelen ser por la mañana temprano o por la noche. No haga ejercicios menos de una hora antes de acostarse.
6. ¿Cuándo debo dejar de hacer ejercicio?
Usted debe dejar de hacer ejercicio si sienta cualquiera de los siguientes puntos:
Intenso cansancio. Dificultad para respirar o dolor en el pecho. Latidos cardíacos irregulares o rápidos. Síntomas digestivos como ardor, dolor, nauseas o vómitos. Calambres en las piernas. Vértigo o mareos.
7. ¿Hay situaciones que no debería hacer ejercicio?
Sí, no debe hacer ejercicio sin consultar con su médico si se presenta cualquiera de las siguientes situaciones:
Estar con fiebre. Se han cambiado su horario de diálisis. Se han cambiado su horario de medicamentos. Su estado físico ha cambiado. Ha comido demasiado. El clima es muy caluroso y húmedo. Usted tiene problemas en las articulaciones o los huesos que empeoran con el ejercicio. Si usted deja de hacer ejercicio por cualquiera de estas razones, hable con su médico antes de comenzar de nuevo.
Como en todas las situaciones relacionadas a la salud del paciente con enfermedad renal lo importante es que antes de iniciar cualquier actividad física realice la consulta con su médico de cabecera y/o con su nefrólogo quién indicará realizar los estudios preventivos adecuados.
FUENTE: https://donavida.es/ejercicio-fisico-la-dialisis/
Dr Sergio Bea Granell
Nefrólogo CGHUV
Coordinador Blog renal
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