Alimentos con fósforo añadido: cómo identificarlos y evitarlos
Como hemos comentado en posts anteriores, el manejo del fósforo es uno de los aspectos de mayor relevancia en la enfermedad renal crónica. Por ello es imprescindible aprender a identificar aquellos alimentos que pueden producir un incremento en los niveles de fósforo sanguíneo.
Un problema que surge a la hora de identificar estos alimentos ricos en fósforo es que a pesar de encontrarse de manera natural en muchos alimentos (fósforo orgánico), también es usado como aditivo en otros (fósforo inorgánico). Esta situación puede suponer un problema, ya que los alimentos que contienen fósforo inorgánico son más perjudiciales para la dieta del paciente renal que los alimentos con fósforo orgánico. Esto es debido a que el fósforo utilizado como aditivo es absorbido en mayor proporción por el organismo que el fósforo presente de manera natural en los alimentos.
Por lo tanto, cuando vayas a hacer la compra intenta:
- Comprar alimentos frescos (frutas, verduras, carnicería, pescadería).
- Evitar alimentos envasados (carnes, pescados, fiambres…).
- Evitar alimentos procesados (salsas, ultraprocesados…).
- Evitar leches enriquecidas (rica en calcio, omega 3…).
Pero lo más importante, será revisar las etiquetas de los productos y no escoger aquellos que contengan alguno de los siguientes aditivos: E-338, E-339, E-340, E-341, E-343, E-450, E-451, E-452. Muchos productos ya ofrecen la característica “sin fosfatos” en sus envases.
Revisa y opta por productos frescos y de proximidad, aquellos que provengan de fuentes primarias de alimentos y que se hallen lo menos procesado posibles.
Christian Mañas
Nutricionista nefrología CHGUV
Dr. Sergio Bea Granell
Nefrólogo CHGUV
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