ENTRENAMIENTO EN TOMA DE DECISIONES (PARTE I): Conceptos básicos


La vida no es más que una sucesión de decisiones que vamos tomando a lo largo de los años, y que tienen sus consecuencias en el transcurrir de los hechos a los que nos vamos enfrentando con el paso del tiempo. Cada día nos exponemos a situaciones que requieren elegir entre uno u otro curso de acción: a veces son pequeñas y otras muy grandes, y pueden requerir pocos o
muchos de nuestros recursos personales. En cualquier caso, aprender cómo lidiar con todo ello es fundamental para protegernos del malestar emocional que surge al sentirnos desbordados, y que a medio o a largo plazo altera nuestra salud física y psicológica. En esta serie de entradas para el Blog de la Escuela del Paciente Renal se mostrará una estrategia muy útil, sencilla pero
científicamente probada, mediante la que será más fácil elegir la mejor solución de entre todas las posibles ante una situación problemática concreta. En este punto se incluiría (entre muchas otras cosas) la elección de un tratamiento sustitutivo u otro para la enfermedad renal crónica avanzada; tales como la hemodiálisis o la diálisis peritoneal. Antes de entrar en más detalles, no obstante, es importante hablar de algunos conceptos básicos que es necesario conocer.

¿Qué es un problema y qué es una solución?
Los problemas son situaciones de la vida que demandan de nosotros un esfuerzo adaptativo, con el fin de darles una respuesta satisfactoria que  permita resolverlos. Existen cuatro subtipos de problemas diferentes, dentro de los cuales puede ser incluida toda situación difícil, a saber: cuando sucede algo adverso, cuando perdemos algo que nos gusta o nos hace felices, cuando
un obstáculo impide que alcancemos un logro importante para nosotros o cuando se evidencia un conflicto en el momento de elegir entre dos alternativas o más (solamente podemos optar por una de ellas, renunciando a las consecuencias positivas y negativas de las restantes). Las soluciones, por su parte, son aquellos actos que llevamos a cabo con el propósito de hacer
frente a un problema. Lo más común es que no exista una solución perfecta, sino aquella que maximiza los beneficios y que minimiza los inconvenientes, tanto a corto como a largo plazo. Es fundamental tener en cuenta los recursos temporales y personales que tenemos a nuestra disposición antes de decantarnos por una posible solución, así como evaluar en qué medida la
situación a la que nos enfrenamos puede ser cambiada (o no) mediante nuestro esfuerzo. Este último aspecto es realmente importante: discernir qué puedo cambiar y qué no, y responder en consecuencia, es una de las habilidades más básicas para gozar de un auténtico bienestar.
Así, debemos tratar de intervenir/cambiar la situación cuando el problema pueda solucionarse, o cuidar las emociones que nos provoca cuando no pueda ser objetivamente cambiado. Esta destreza se contempla a menudo como uno de los rasgos que caracterizan a la sabiduría, y se puede potenciar a través de técnicas como las que aquí aprenderemos. Los problemas y las soluciones son la materia prima del programa que veremos en esta serie
de entradas para el blog, del cual también se hablará en las sesiones que se llevan a cabo en la propia Escuela. Antes de sumergirnos más en sus detalles, vale la pena reflexionar sobre cómo las personas suelen afrontar las situaciones difíciles que ocurren en sus vidas; esto es, sobre los estilos evitativo, impulsivo y racional.

¿Cómo afrontan las personas las situaciones problemáticas de la vida?
Cuando ocurre una situación difícil, la mayoría de las personas intentan hacer algo con el fin de que se solucione y puedan sentirse nuevamente bien. Y es que los problemas son momentos particulares que producen una alteración en el equilibrio de nuestras vidas, siendo importante recuperar la estabilidad perdida para seguir avanzando. Así pues, los seres humanos tienden a
adoptar espontáneamente tres estrategias muy diferentes, que dependen sobre todo de sus experiencias vitales previas: la impulsiva, la evitativa y la racional. Quienes se decantan por las formas impulsivas de reaccionar sienten un impulso irrefrenable de actuar rápidamente, sin la necesidad de sopesar los pros y los contras de sus actos inmediatos, al verse abrumados por la
ansiedad que les genera el problema. Contrariamente, quienes optan por un estilo evitativo suelen demorar la puesta en marcha de la solución, a veces con la esperanza de que el propio tiempo interceda por ellos y acabe solucionando la situación problemática sin la necesidad de actuar.
En un punto intermedio entre tales extremos se encuentra el estilo racional de afrontamiento, que supone un equilibrio en el modo de actuar. Implica la capacidad de detenerse a pensar en el hecho que se debe abordar, su naturaleza e implicaciones personales, las alternativas de las que se dispone y su valoración integral. Se trata de una estrategia que puede ser aprendida en
cualquier momento de la vida, y que tiene como propósito adecuar nuestros esfuerzos para aumentar la probabilidad de tomar decisiones acertadas cuando se requiere. Si se comparan las tres estrategias citadas (evitativa, impulsiva y racional), en lo que concierne a su eficacia y a sus consecuencias sobre la vida, se observa que la racional es la que permite adaptarse mejor
a la situación y recuperarse mejor del estrés natural que pudiera surgir.
El propósito de esta serie de entradas del blog es, precisamente, explicar cómo lograrlo paso a paso. Para este objetivo hablaremos sobre el Entrenamiento en Toma de Decisiones, que ha demostrado ser una herramienta sencilla y eficaz, y que está compuesta por una serie de pasos
que pueden aprenderse de un modo sencillo para adaptarse a una gran variedad de problemas de la vida.

En la próxima entrada del blog (Parte II) se profundizará un poco más en todo ello.

Dr Joaquín Mateu

Psicólogo CUHGV

Blog Escuela del Paciente Renal HGUV

La Escuela del Paciente Renal es un proyecto del Consorcio Hospital General Universitario de Valencía donde un grupo multidisciplinar compuesto por nefrólogos, psicólogos y nutricionistas tratamos aspectos de interés para pacientes con alguna patología renal o para aquellos que quieran conocer de una manera más profunda el mundo de la nefrología.

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