Anemia en la enfermedad renal crónica
¿Qué es la anemia de la enfermedad renal crónica?
Anemia significa que usted no tiene suficientes glóbulos rojos. Los glóbulos rojos llevan oxígeno de los pulmones a los tejidos del organismo. Si sus tejidos y órganos no reciben suficiente oxígeno, no pueden funcionar tan bien como deberían.
La anemia es común en personas que tienen enfermedad renal crónica. Puede hacer que se sienta débil y cansado. Con tratamiento, usted puede sentirse mejor y disfrutar más la vida.
¿Qué causa la anemia de la enfermedad renal crónica?
Los glóbulos rojos son producidos por la médula ósea. Para estimular a la médula para que elabore glóbulos rojos, los riñones producen una hormona llamada eritropoyetina, o EPO. Cuando los riñones están dañados, pueden no producir suficiente EPO. Sin suficiente EPO, la médula ósea no produce suficientes glóbulos rojos, y usted tiene anemia.
En la mayoría de los casos, mientras más dañados están los riñones, más grave es la anemia. En general, las personas cuyos riñones están funcionando a una tercera parte o menos de su nivel normal pueden tener anemia.
¿Cuáles son los síntomas?
La anemia se puede desarrollar al principio de la enfermedad renal, pero usted podría no tener síntomas hasta las últimas fases de la enfermedad.
A medida que la anemia empeora, usted podría:
- Sentirse débil y cansarse con más facilidad.
- Sentirse mareado.
- Estar irritable.
- Tener dolores de cabeza.
- Estar muy pálido.
- Tener falta de aire.
- Tener problemas para concentrarse.
¿Cómo se diagnostica la anemia de la enfermedad renal crónica?
Su médico puede verificar si tiene anemia haciendo dos análisis de sangre:
- Análisis de hemoglobina (Hgb). Este análisis mide el nivel de hemoglobina en su sangre. La hemoglobina es la sustancia en los glóbulos rojos que transporta el oxígeno. Esta es la mejor prueba para la anemia.
- Hematocrito (Hct). Una prueba de hematocrito le muestra a su médico qué cantidad de la sangre está constituida por glóbulos rojos.
Su médico repetirá estos análisis para ver lo bien que está funcionando el tratamiento.
¿Cómo se trata?
Los dos tratamientos principales para la anemia en la enfermedad renal son la eritropoyetina (EPO) y el hierro.
- Si los análisis indican que sus riñones no están elaborando suficiente EPO, es posible que necesite un tipo sintético de esta hormona. Se llama agente estimulante de la eritropoyetina (ESA, por sus siglas en inglés). Este medicamento suele administrarse como inyección bajo la piel (subcutánea).
- Para aumentar los niveles de hierro en el organismo, es posible que tenga que tomar pastillas de hierro u obtener hierro por medio de una inyección intravenosa (IV).
Ambos tratamientos pueden darse a través de una IV durante la diálisis.
Otros posibles tratamientos incluyen:
- Vitamina B12 o suplementos de ácido fólico. Puede tomar la vitamina B12 por boca, como aerosol o gel nasal, o por medio de una inyección en el músculo. El ácido fólico viene en forma de pastilla.
- Cambios en la alimentación. Pregúntele a su médico si comer más alimentos ricos en hierro, ácido fólico y vitamina B12 podría ayudar con su anemia. Pero no haga cambios en su alimentación hasta que consulte a su médico.
- En raras ocasiones, una transfusión de sangre. Una transfusión de sangre le proporciona sangre nueva o los componentes de la sangre que necesita, como por ejemplo glóbulos rojos. Pero esto solo se hace si usted tiene anemia grave.
Dr Sergio Bea Granell
nefrólogo CUHGV
Coordinador Blog renal
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