Estudios de imagen con contraste en la enfermedad renal, ¿Cuales son sus consecuencias?

En la práctica clínica del dia a dia buscamos llegar a un diagnóstico para nuestros pacientes y de acuerdo a este, iniciar un tratamiento adecuado. En muchas ocasiones, para llegar al diagnóstico de ciertas enfermedades es necesario apoyarnos en el uso de analíticas o pruebas de imagen, estas últimas se basan en la interpretación de las proyecciones (imágenes) tomadas a una persona. Existen ciertas partes del cuerpo más difíciles de visualizar que otras en relación a la propia anatomía humana y con el paso del tiempo se han desarrollado maneras de superar estas limitaciones, es aquí donde entran en escena los medios de contraste.

Un medio de contraste es una sustancia que se usa para mejorar la visibilidad de estructuras o fluidos dentro del cuerpo, pero como toda sustancia externa tiene repercusiones en nuestro cuerpo. 

Cuando realizamos una tomografía se utiliza contraste basados en yodo, este tipo de contraste produce daño renal en relación a 2 posibles teorías, la primera es que se produce una constricción vascular que limita el flujo de sangre al riñón y la segunda por toxicidad a nivel de las células tubulares renales. Esto es importante si ya tenemos un grado de enfermedad renal crónica, siendo necesario sopesar riesgo/beneficio. Si la indicación del estudio es necesaria, se opta por iniciar un tratamiento de nefroprotección previo al estudio contrastado con el fin de evitar el daño a nivel renal.

Una historia diferente son los contrastes utilizados en la resonancia magnética, en este tipo de estudio se utiliza gadolinio como medio de contraste, en este escenario no tendremos un empeoramiento de la función renal, en cambio se desarrolla una patología clínica llamada FIBROSIS SISTÉMICA NEFROGÉNICA. 

La FSN se desarrolla por acumulacion de gadolinio en diferentes órganos al no poder eliminarse por vía renal. Los órganos principalmente afectados son la piel y nervios periféricos. Los síntomas más frecuentes son: picor, dolor en extremidades, edema, engrosamiento cutáneo y alteraciones de la sensibilidad. En caso de realizar el estudio, lo primero es valorar el riesgo/beneficio, ya que la única manera de prevenir la FSN es realizar diálisis para eliminar el gadolinio. Esto es valorable en pacientes ya en programa de diálisis, sin embargo, en aquellos pacientes que tienen tasas de filtrado bajos, sin haber iniciado diálisis,  no es recomendable dializar sólo para prevenir esta patología. 

En caso de requerir un estudio de estas características, siempre valorar el riesgo/beneficio, informarnos adecuadamente de los posibles riesgos y seguir las recomendaciones médicas para evitar posibles complicaciones.

Humberto Rojas. MIR 2º Año Nefrología.

Dr Sergio Bea, Coordinador del blog del paciente renal.

Blog Escuela del Paciente Renal HGUV

La Escuela del Paciente Renal es un proyecto del Consorcio Hospital General Universitario de Valencía donde un grupo multidisciplinar compuesto por nefrólogos, psicólogos y nutricionistas tratamos aspectos de interés para pacientes con alguna patología renal o para aquellos que quieran conocer de una manera más profunda el mundo de la nefrología.

También te podría gustar...

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *