¡TENGO LA TENSIÓN ALTA! ¿CUÁL PUEDE SER LA CAUSA?

por Blog Escuela del Paciente Renal HGUV · Publicada 28 enero, 2021 · Actualizado 26 enero, 2021

La tensión arterial elevada se define como cifras iguales o superiores a 140/90 mmHg tomada en la consulta. En España, aproximadamente un 38% de la población la padece y constituye uno de los principales motivos de consulta médica en Atención primaria. La HTA es el principal factor de riesgo de enfermedad y muerte en el mundo ya que provoca lesiones en los vasos sanguíneos y en consecuencia, en aquellos órganos más vascularizados como el cerebro, el corazón y el riñón, y por ello, todo adulto debería llevar un control de sus cifras.

CAUSAS DE HIPERTENSIÓN ARTERIAL:

1. HTA esencial o primaria: Es la más frecuente, correspondiendo aproximadamente al 90% de los casos. Es un trastorno en el que influyen múltiples factores:
– Factores genéticos: los genes o combinaciones genéticas que se conocen sólo explican una mínima parte de la herencia de la HTA. Estos factores no se pueden modificar.
– Factores adquiridos o ambientales: entre ellos destacan el sobrepeso y la obesidad, el sedentarismo, el contenido elevado en sal de la dieta, la dieta pobre en potasio y la ingesta excesiva de alcohol. Todos estos son modificables.

2. La HTA secundaria: esta corresponde al 10% restante y son causas en principio corregibles. Se clasifican en:
– Frecuentes: Entre ellas se encuentran la enfermedad renal parenquimatosa, la enfermedad renovascular, el hiperaldosteronismo primario, el síndrome de apnea-hipopnea del sueño y la HTA inducida por fármacos o drogas incluido el alcohol
– Infrecuentes: destacan el feocromocitoma, el síndrome de Cushing, el hipertiroidismo, el hipotiroidismo, el hiperparatiroidismo, la coartación de aorta y varios síndrome de disfunción suprarrenal distintos a los anteriores.

¿Cuándo debo sospechar HTA secundaria?

Cuando no responda bien al tratamiento antihipertensivo (TA no controlada con 3 fármacos sinérgicos a dosis adecuadas siendo uno de ellos diurético).
Cuando el comienzo de ésta sea repentino.
Cuando la tensión arterial se eleve sin razones ciertas después de haber estado bien controlada.
Cuando el comienzo sea antes de los 20 o después de los 55 años.
Cuando asocie empeoramiento de los parámetros analíticos renales.
Cuando se asocie con palpitaciones, sudoración o cefalea.
Cuando además de la TA elevada exista sobrepeso, somnolencia diurna y ronquidos.