¿Que hay que saber de anticoagulación si soy paciente renal?

Cuando nuestro cuerpo presenta una lesión que condiciona sangrado, son activados varios mecanismo internos con el fin de controlar y frenar este sangrado, pero hay situaciones en las que nos interesa disminuir esta respuesta como por ejemplo:

• Arritmias (Eje: fibrilación auricular), para evitar la formación de trombos en el corazón y el posterior desplazamiento de los mismo hacia el cerebro, causa de ICTUS.
• Prevenir la disfunción y formación de trombos en válvulas protésicas.
• Tratamiento para trombosis venosa a nivel de extremidades.

Es en estos casos en los que se utilizan los fármacos anticoagulantes, que son medicamentos que interfieren con los mecanismos habituales de la hemostasia (control del sangrado). Unos de los fármacos más utilizados son los antagonistas de la vitamina K, conocidos ya sea como warfarina, acenocumarol o sintrom. Los puntos a favor son su menor precio y alta experiencia en su uso, pero requieren un control cercano de su efecto, ya que su acción puede variar por olvidos en las dosis, aumento de aportes de vitamina K en los alimentos o sobredosificación. Dadas estas limitaciones se han desarrollado los “Nuevos Anticoagulantes orales” NACO.

Todos los NACO se eliminan por riñón en mayor o menor medida, lo indica o contradice su uso dependiendo del grado de insuficiencia renal medido por el filtrado glomerular. Generalmente con filtrados menores de 30 ml/min/m2 se utilizan los antagonistas de la vitamina K por su mayor experiencia. 

Hay datos que nos hablan que en pacientes con mal control y sobre-anticoagulación con INR (valor de referencia para saber el grado de anticoagulación) entre 6-9 pueden desarrollar daño renal o nefropatía por anticoagulantes, esto se ha evidenciado en biopsias de pacientes con fracaso renal, el mecanismo en el que se produce se basa en el daño por sangrado a nivel del riñón, obstrucción de los túbulos intrarrenales por células sanguíneas y daño tubular directo. 

Por todo lo anterior es importante una adecuada adherencia al tratamiento, seguir las recomendaciones del médico, control de la dieta, no iniciar medicación que pueda interferir con los anticoagulantes sin consultarlo con su médico.

Humberto Rojas. MIR 2º Año Nefrología.

Dr Sergio Bea, Coordinador del blog del paciente renal.