¿La malaria puede afectar al riñón?
La malaria (también llamada paludismo) es una enfermedad infecciosa provocada por parásitos del genero «Plasmodium». Es transmitida por la picadura de las hembras del mosquito «Anopheles», inyectando el parásito en la sangre y provocando la infección. Algunos microorganismos viajan hasta el hígado para acantonarse en los hepatocitos, mientras que otros infectan los glóbulos rojos para llevar a cabo su ciclo vital.
La infección provoca fiebre, quebrantamiento, astenia, dolor de cabeza, náuseas, vómitos, dolor abdominal, afectación neurológica, hepática, hematológica, renal etc, pudiendo llevar a la muerte en el 1-3% de los casos no tratados.
Existen varios mecanismos por los que el parásito afecta al riñón. Puede ser por la toxicidad directa, por la respuesta inflamatoria del organismo contra este o por fenómenos inmunológicos mediados por antígenos provocados por el microorganismo.
Puede provocar insuficiencia renal aguda de múltiples etiologías, teniendo en cuenta la participación de la hemólisis como factor que acrecentar la toxicidad renal, nefritis intersticial provocada por fármacos o enfermedades glomerulares de diversa índole
Marta Poves Gómez
R4 Nefrología HGUV
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