Los problemas que el ayuno intermitente pueden provocar a los pacientes renales
El ayuno intermitente es una estrategia dietética contraindicada en pacientes con determinadas enfermedades
El ayuno intermitente no puede considerarse una dieta, puesto que implica restringir el consumo de alimentos durante un tiempo determinado, mientras que el concepto de dieta alude a la ingesta habitual de alimentos y bebidas saludables en la cantidad y calidad adecuadas.
“Durante las horas o días en los que puedes comer cuando realizas el ayuno intermitente puedes hacerlo mal, bien o regular y, por lo tanto, el resultado hacia la salud será bueno, malo o regular en función de lo que comes”, explica Francisco Botella, coordinador del área de Nutrición de la Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición (SEEN).
Ayuno intermitente: tipos
Existen principalmente dos opciones. La más habitual es el ayuno diario. “Consiste en comer lo que quieras durante el tiempo en el que la ventana está abierta (ocho o diez horas), y el resto del día tomar solo agua o infusiones”, concreta el experto de la SEEN.
La segunda opción es el ayuno semanal, que incluye pautas como la “dieta 5:2”, que propugna comer normal cinco días a la semana y ayunar dos días, o la “dieta 4:3”, comer cuatro días y ayunar tres, una restricción más dura.
Ayuno intermitente: riesgos
Algunas personas toleran mejor que otras el ayuno intermitente. “Puede provocar dolor de cabeza, irritabilidad o dificultades para dormir. En algunos casos estos efectos son transitorios, en otros, son permanentes”, asegura Botella.
Una de las mayores preocupaciones de los expertos es que determinados pacientes con distintas situaciones clínicas puedan seguir el ayuno intermitente. “Es una estrategia dietética muy inadecuada para pacientes con diabetes, mujeres embarazadas, personas con trastornos de la conducta alimentaria, pacientes cirróticos, con insuficiencia renal, personas operadas del estómago, etc.”, especifica Botella.
Ayuno intermitente y enfermedad renal
Algunos de los problemas que un paciente renal puede padecer tras el inicio de una dieta de ayuno intermitente son: calambres o problemas cardíacos. Esto es debido a que los periodos prolongados de ayuno pueden provocar elevaciones en el nivel de potasio. Este es un mineral que en la enfermedad renal debe tenerse muy en cuenta ya que niveles elevados de este mineral puede provocar graves problemas cardíacos ya que participa en la contracción muscular del corazón. Por ello, este tipo de dietas pueden elevar los niveles de potasio haciendo necesaria una diálisis.
Christian Mañas Ortiz
Nutricionista servicio nefrología CHGUV
Dra. Ana Vilar Gimeno
Coordinadora blog renal
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