Fracaso renal agudo prerrenal por gastroenteritis

Las enfermedades diarreicas son infecciones del tracto digestivo ocasionadas por bacterias, virus o parásitos, cuyo principal síntoma es la diarrea. Esto es, la deposición 3 o más veces al día de heces sueltas o líquidas.

Las diarreas son más frecuentes en verano debido al clima que favorece la diseminación de las bacterias que las provocan. Con las altas temperaturas, aumenta el riesgo de deshidratación. Por eso en caso de diarrea es importante acudir rápidamente a un médico y no automedicarse.

Estas enfermedades infecciosas se transmiten por la ingesta de partículas de materia fecal infectada a través del consumo de alimentos o agua contaminados, o mediante el contagio de persona a persona a través de las manos, principalmente por no lavárselas adecuadamente luego de ir al baño o cambiar pañales.

Suele durar varios días y de acuerdo a su frecuencia puede privar al organismo del agua y las sales necesarias para la supervivencia, pudiendo ocasionar una grave deshidratación por pérdida de líquidos  con fracaso renal agudo secundario e incluso provocar la muerte.

En múltiples ocasiones las deposiciones diarreicas se engloban dentro de un cuadro de gastroenteritis, inflamación de la mucosa  del estómago y sobre todo del intestino que, habitualmente, es de origen infeccioso. Otros síntomas acompañantes son los vómitos, dolor y distensión adbdominal e incluso fiebre En los casos más complicados  puede aparecer la deshidratación, tal y como hemos apuntado en los párrafos anteriores, sobre todo en pacientes de riesgo, entre los que se encuentran los ancianos y los niños de corta edad.

FRACASO RENAL AGUDO

El fracaso renal agudo aparece  como consecuencia de un hipovolemia verdadera:

• Depleción de volumen intravascular verdadera secundaria a pérdidas digestivas
• Aumento de las pérdidas insensibles  si existe fiebre
• Escasa ingesta de alimentos (ancianos, enfermedades neurológicas degenerativas).

 

En estas situaciones pueden observarse hipotensión arterial, ortostatismo y taquicardia. Si el paciente es hipertenso  debe controlarse la tensión arterial por si es necesario suspender algo de medicación antihipertensiva.

En la exploración podremos apreciar signo del pliegue, sequedad de mucosas e hipotonicidad ocular, aunque su ausencia no descarta una disminución del volumen circulante, a veces sólo apreciable con la medida de la presión venosa central o de la presión capilar pulmonar (estarán disminuidas), o bien valorando la respuesta diurética a la expansión de volumen tras la administración de líquidos intravenosos.

Si tras reposición hídrica ya sea oral o endovenosa no hay aumento de diuresis y/o descenso de productos nitrogenados, estaremos ante una Necrosis tubular aguda de origen isquémico, con lo que es probable que el paciente requiera tratamiento renal sustitutivo-hemodiálisis

Existen algunos índices urinarios que nos pueden ayudar en la distinción entre FRA prerrenal y NTA

 

 

 

CONSEJOS ANTE UN CUADRO DE GASTROENTERITIS

• Retirar medicación antihipertensiva y diurética en caso de TA por debajo de 100/50 mmHg.
• Hidratación abundante con agua y soluciones isotónicas para recuperar las  sales perdidas.
• Dieta astringente.
• Para el dolor o la fiebre no tomar antiinflamatorios, se puede tomar analgésicos como el paracetamol.
• Consultar con el médico si no cede el cuadro en unos días o existen signos de alarma.

 

 

¿CÚANDO CONSULTAR CON EL MÉDICO?

Generalmente, los cuadros de gastroentiritis los podemos pasar en casa si son leves. Debemos consultar con un  médico en aquellos casos en los que detectemos que pueden surgir complicaciones, si hay signos de deshidratación: sequedad de piel y mucosas, orinas oscuras, cefalea, intolerancia a líquidos y sólidos.

Otro signo de alarma es la fiebre alta que no cede con antitérmicos porque además va a favorecer una mayor pérdida de líquidos. Puede suponer también paso de agentes infecciosos a la sangre.

La aparición de sangre con la diarrea se puede traducir en una enfermedad enteroinvasiva.

 

 

PREVENCIÓN

• Extremar la higiene de manos tanto en el contacto con otras personas como en la manipulación de alimento.
• Lavar muy bien frutas, verduras y hortalizas antes de consumirlas.
•  No romper la cadena del frío y transportar los alimentos en recipientes adecuados tras realizar una compra o en caso de algún desplazamiento, muy común en la época veraniega.
• Evitar el contacto con aguas potencialmente contaminadas, no se debe beber agua no potable y advertir a los niños que eviten tragar agua en las piscinas

 

 

Fuente:

www.infosalus.com

www.fundacionfemeba.org.

NefroPlus. Vol. 3. Núm. 2.Octubre 2010

 

 

Dra.Esther Tamarit Antequera

Nefróloga CHGUV

Coordinadora Blog Renal