Ejercicio físico para contrarrestar la sarcopenia en personas con diálisis

La enfermedad renal crónica impacta directamente en el bienestar de los pacientes que la sufren y suele terminar desencadenando en el desarrollo de otras patologías. La pérdida de la masa muscular, conocida como sarcopenia, es una de las consecuencias más destacadas de dicha enfermedad, tanto por su tendencia como por la relevancia que tiene.


¿Qué es la sarcopenia y cómo afecta a un enfermo renal?

La sarcopenia es una enfermedad degenerativa que se basa en la pérdida progresiva de la masa muscular esquelética, lo que conlleva una disminución de la fuerza (dinapenia) y el rendimiento físico de las fibras musculares.

La sarcopenia tiende a estar muy ligada con las personas que padecen una enfermedad renal crónica (ERC), pues su situación fisiológica y las rutinas que habitualmente mantienen favorecen el deterioro muscular.

Asimismo, este debilitamiento muscular aumenta el riesgo de caídas y lesiones de los pacientes con enfermedad renal, así como una pérdida de su independencia. Además, desencadena también en un aumento del tejido graso, lo que amplía la probabilidad de padecer hipertensión, obesidad o diabetes.

Además, la sarcopenia es altamente prevalente en los pacientes mayores con insuficiencia renal crónica, pues su patología ya les debilita de por sí para realizar ciertas actividades y movimientos. Por lo que, dicha enfermedad produce un agravamiento de su situación


Causas de la sarcopenia

La sarcopenia puede venir originada por múltiples motivos, entre los que destacan especialmente estas causas:


¿Por qué los enfermos de diálisis padecen sarcopenia?

La sarcopenia está muy ligada con los enfermos de diálisis debido a la hiperfosfatemia, es decir, la presencia de un nivel elevado de fosfato inorgánico en la sangre. La cual viene provocada en la mayoría de los casos por una insuficiencia renal avanzada.

Durante la enfermedad renal crónica (ERC), el filtrado de los riñones no funciona correctamente y no se pueden eliminar bien algunas sustancias, entre las que se encuentra el fósforo.

Esta concentración de elementos residuales produce la generación de la toxina urémica, la cual contribuye al deterioro de múltiples funciones bioquímicas y fisiológicas. Y, por consecuencia, tiende a desencadenar el padecimiento de sarcopenia.


Consecuencias de la sarcopenia

La sarcopenia conlleva una serie de consecuencias que afectan negativamente en la salud de las personas, y especialmente en aquellas con enfermedad renal crónica.

Estas son las principales consecuencias de la sarcopenia:

    • Mayor de índice de caídas y morbilidad:  Fracturas, discapacidad, dependencia, costes
    • Pérdida de habilidad para caminar sin riesgos: Mayor incidencia en adultos mayores y necesidad de terapia sustitutiva

Tratamiento para la sarcopenia

  • Prevención de la sarcopenia

El primer paso fundamental para la prevención de la sarcopenia es evaluar la situación física del paciente para poder obtener un diagnóstico temprano en caso de que este padezca sarcopenia.

El diagnóstico se basa en la realización de estudios complementarios en camilla para examinar la masa, fuerza y desempeño físico de la función muscular, con sus correspondientes pruebas en cada caso. Estas son las siguientes:

  • Evaluación de masa muscular: Bioimpedancia, TAC, RNM, DEXA y Antropometría (IMC).
  • Evaluación de fuerza muscular: Dinamómetro (Handgrip) y fuerza cuadricos de extensión máxima.
  • Evaluación del rendimiento físico: Test funcionales. Short physical performance battery (SPPB), Test STS-10, STS-5 Y STS 60, Test Time Up and Go.

  • Ejercicios para conseguir más masa muscular

La terapia física es el tratamiento más eficaz para contrarrestar la pérdida de masa y fuerza muscular provocada por la sarcopenia. Normalmente se suelen combinar cuatro tipos de ejercicios:

    • Aeróbicos: Habitualmente se recomienda realizar tres o cuatro veces por semana sesiones cortas de ejercicio aeróbico moderado, ya que ayuda a reducir la grasa intramuscular y mejorar la funcionalidad del músculo. Como, por ejemplo, caminar, bailar o montar en bicicleta.
    • De resistencia progresiva: Este tipo de ejercicios suelen ser los más practicados durante el tratamiento, pues son los que mayormente aumentan la fuerza y potencia muscular. Suelen complementarse con el uso de equipamiento de peso y particularmente se puede optar por distintas opciones como ejercicios de fuerza máxima, fuerza con bandas elásticas o entrenamiento en circuito.
    • De balance: El ejercicio físico de balance se basa en movimientos de intensidad suave que busca la relajación y equilibrio del cuerpo. Por esto, resultan muy convenientes para prevenir lesiones durante las sesiones de ejercicio, corregir posturas corporales y recuperar la falta de equilibrio perdida por la sarcopenia. Un ejemplo de ejercicio de balance sería caminar a través de una superficie blanda o mantener el equilibrio encima de un equipo en movimiento.
    • Flexibilidad: Basada en el estiramiento de las partes del cuerpo del paciente. Aunque los ejercicios de flexibilidad no colaboran en el aumento de masa muscular, es recomendable su práctica, ya que ayudan a ampliar un mayor rango de movimiento de las extremidades del cuerpo y resulta muy conveniente para disminuir el riesgo de caídas.

Diego Vinueza, MIR R1 de Nefrología

Blog Escuela del Paciente Renal HGUV

La Escuela del Paciente Renal es un proyecto del Consorcio Hospital General Universitario de Valencía donde un grupo multidisciplinar compuesto por nefrólogos, psicólogos y nutricionistas tratamos aspectos de interés para pacientes con alguna patología renal o para aquellos que quieran conocer de una manera más profunda el mundo de la nefrología.

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