La Nefrología verde

El cambio climático es la mayor amenaza para la salud a la que se enfrenta actualmente la humanidad, y su impacto en la salud es devastador. De hecho, se espera que el cambio climático cause aproximadamente 250 000 muertes adicionales por año entre 2030 y 2050. La temperatura global ha estado aumentando desde la Revolución Industrial y se prevé que aumente alrededor de 1,5 °C para 2050 y de 2 a 4 °C para 2100. El Panel Intergubernamental sobre el Cambio Climático ha determinado que para evitar impactos catastróficos en la salud y evitar millones de muertes relacionadas con el cambio climático, el aumento de la temperatura no debe exceder los 1,5 °C.

La mejor manera de evitar un desastre es reducir las emisiones de carbono, el principal impulsor del calentamiento global. Si bien cada sector debe desempeñar su papel en la reducción de las huellas de carbono, el sector de la salud es particularmente importante ya que contribuye con aproximadamente el 4-6 % de las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero.

Específicamente, en lo que respecta al cuidado de los riñones, se ha reconocido que las huellas de carbono de la hemodiálisis son particularmente altas, debido al alto uso de energía, agua y consumibles, y la naturaleza repetitiva de los tratamientos de diálisis . Hay menos información sobre la carga ecológica de la diálisis peritoneal, pero un análisis informó que el impacto ambiental estimado de la diálisis peritoneal podría ser tanto como el de la hemodiálisis.

La “nefrología verde” es un concepto que ha ido ganando terreno en los últimos años. Su objetivo es mejorar la sostenibilidad ambiental de la atención renal mediante el cambio de prácticas y la utilización de los recursos disponibles de una manera más respetuosa con el medio ambiente. También se centra en una mayor supervisión del uso de recursos y la generación de desechos de los centros de diálisis para reducir los desechos y la huella de carbono. De hecho, el perfil ambiental de la hemodiálisis se puede mejorar de varias maneras, como reciclar el agua de desecho de la ósmosis inversa; utilizando energía renovable; mejorar la gestión de residuos y reducir potencialmente las tasas de flujo de dializado.

Contrariamente a los conceptos erróneos comunes, la adopción de políticas de «nefrología verde» en realidad puede mejorar la rentabilidad y aumentar la productividad. La Red de Nefrología Verde, un Programa de Atención Médica Sostenible del NHS en el Reino Unido, ha ahorrado aproximadamente 10 millones de euros en su sistema de atención médica anualmente como resultado de iniciativas de ahorro de agua y electricidad respetuosas con el medio ambiente. De hecho, una de las unidades de diálisis reportó ahorros de hasta 4 millones de litros de agua por año con un sistema de agua nuevo y más eficiente.

El cambio climático está cambiando rápida y potencialmente irreversiblemente nuestro planeta. Es imperativo que reduzcamos urgentemente la huella de carbono en el cuidado de la salud. Como cohorte del Programa de Líderes Emergentes de la Sociedad Internacional de Nefrología 2022, estamos comprometidos a promover la «nefrología verde» en la lucha contra el cambio climático.

Creemos que es nuestra responsabilidad, como líderes emergentes de una nueva generación que será testigo de toda la fuerza del clima cambiante, tomar la iniciativa, hablar, abogar y mostrar liderazgo a través de un esfuerzo colaborativo para promover el cambio necesario. También pedimos más investigación sobre tecnologías novedosas e innovación de políticas a un nivel más amplio, reconociendo que se requiere un cambio a nivel de la sociedad. El tiempo corre, y la lucha está en marcha.

Fuente: theisn.org

Dra. Esther Tamarit Antequera