¿Qué ocurre si tengo quistes en los riñones?
Con la edad, los tejidos que componen las estructuras renales se debilitan y pierden elasticidad, lo que puede generar una alteración de las células renales y la formación de colecciones de paredes finas rellenas de líquido, conocidas como quistes. Habitualmente son quistes renales simples, que aumentan con la edad, pueden ser únicos o múltiples y son generalmente asintomáticos, siendo frecuentemente un hallazgo casual en pruebas de imagen como la ecografía.
La enfermedad hereditaria más frecuente relacionada con el desarrollo de quistes renales es la Poliquistosis Renal Autosómica dominante, que conduce en un 50-70% de ocasiones a enfermedad renal crónica a los 65 años. En su patogénesis están implicados genes como el PKD1, en la mayoría de casos y el PKD2. Suele ser asintomática inicialmente, pero debido a complicaciones en los quistes puede existir molestia o dolor abdominal, dolor lumbar, hematuria, infección de orina… En algunos casos se asocian quistes hepáticos, pancreáticos o de otros órganos.
Esta patología también se asocia con la enfermedad cardiovascular como la hipertensión, la enfermedad valvular (prolapso mitral 25%), los aneurismas intracraneales… El diagnóstico se basa en unos criterios establecidos con pruebas de imagen como la ecografía o resonancia magnética. También puede ser genético en algunos casos, identificando la mutación causante de la patología. El tratamiento consiste inicialmente en controlar los factores de riesgo cardiovascular como la hipertensión o diabetes. En algunos casos la terapia farmacológica con antiproteinúricos o tolvaptán puede resultar útil.
Dra. Marta Poves Gómez – R4 Nefrología HGUV
Dr. Sergio Bea – Coordinador del blog El paciente Renal
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