Tratamiento

Fármacos en diálisis

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Medidas higiénico dietéticas y recomendaciones generales.

  1. Dieta baja en sal y grasas.
  2. Control del peso, evitando tanto la desnutrición como el sobrepeso y la obesidad.
  3. Hacer algún ejercicio físico, adecuado a sus características.
  4. No fumar.
  5. Control de los niveles de azúcar en sangre (glucemia) en caso de pacientes diabéticos.
  6. Monitorización en domicilio de la tensión arterial.
  7. Evitar medicamentos que puedan afectar el funcionamiento de los riñones, como los anti-inflamatorios, contrastes radiológicos, algunos antibióticos, etc.
  8. Cumplimiento adecuado del tratamiento antibiótico en caso de infección urinaria.
  9. Ingesta adecuada de agua en casos de piedras renales.

Tratamiento de la insuficiencia renal:

El tratamiento de las etapas tempranas de la enfermedad renal esta orientado a alargar la vida de los riñones el mayor tiempo posible, suplementando además aquellas sustancias que ya no pueden  producir en cantidades necesarias, los medicamentos  más usados para esto son:

  1. Anti-hipertensivos: son fármacos encargados de disminuir la presión arterial para mantenerla dentro de la normalidad. Hay pacientes que necesitan 5 ó 6 fármacos para lograr el control tensional y otros que en cambio con un solo fármaco ya tienen tensiones adecuadas.
  2. Diuréticos: fármacos que ayudan al riñón en la eliminación del exceso de líquidos, evitando la aparición de edema o hinchazón.
  3. Bicarbonato: se administra por vía oral cuando el producido por el riñón del paciente es insuficiente para mantener el pH de la sangre equilibrado.
  4. Hierro: se usan suplementos de hierro para evitar la anemia, ya sea en pastillas o por vía intravenosa dependiendo de cada caso.
  5. Eritropoyetina: es la hormona encargada de estimular la producción de glóbulos rojos, se administra vía sub-cutánea y se encarga de aumentar la masa de glóbulos rojos y la concentración de hemoglobina en sangre.
  6. Resinas de intercambio iónico: son unos polvos utilizados para intercambiar a nivel del intestino grueso (colon) el potasio que no puede ser eliminado por los riñones, para eliminarlo con las heces.
  7. Quelantes o captores  del fósforo: son fármacos que se encargan de captar el fósforo de las comidas para que no sea absorbido en el intestino y sea eliminado con las heces.
  8. Vitamina D: se suplementa vía oral para ayudar a mantener los niveles de calcio dentro de la normalidad.
  9. Inmunosupresores: son distintos fármacos encargados de frenar la respuesta del sistema de defensas, cuando ataca nuestras propias células renales en caso de enfermedades auto-inmunes.

Además de todas estas medidas, en etapas avanzadas, cuando el filtrado de los riñones ha disminuido por debajo de 10-15, es necesario iniciar tratamiento sustitutivo renal con diálisis o trasplante.
¿Qué es la diálisis?

Es un tratamiento sustitutivo por medio del cual se extraen del organismo las toxinas o productos de desecho que los riñones no son capaces de eliminar.  Existen 2 tipos de diálisis que son:

  1. Hemodiálisis: es una técnica que consiste en extraer la sangre del organismo para hacerla pasar por el dializador, donde se eliminaran las toxinas y productos de desecho, antes de devolverla nuevamente al torrente sanguíneo ya depurada.  Para hacer la hemodiálisis se necesita de un buen acceso vascular, sea un catéter venoso o una fístula arteriovenosa.

Hemodiálisis

  1. Diálisis peritoneal: es una técnica que consiste en utilizar como filtro de diálisis, una membrana natural del cuerpo que recubre la cavidad abdominal, llamada peritoneo. Para poder realizar la diálisis peritoneal, es necesario implantar un catéter en el abdomen por donde luego se meterá y se sacará el líquido de diálisis.

Diálisis peritoneal ambulatoria continua

Accesos de diálisis

Se llama acceso de diálisis, a aquel que nos permite la realización de cualquiera de las técnicas de diálisis, en el caso de hemodiálisis donde se necesita acceder a la sangre, el acceso se llamara acceso vascular y en el caso de la diálisis peritoneal, donde lo que se quiere es el acceso a la cavidad peritoneal, se denomina catéter peritoneal.

Acceso vascular

Pueden ser de diferentes tipos.

  • Catéter Venoso: en un pequeño tubito que se coloca en las venas de gran calibre del cuello o la pierna para extraer la sangre que se va a pasar por el dializador.

El catéter se denominará según la localización, ya sea femoral, yugular, subclavia, transtorácico, translumbar y según el tiempo en que pueda permanecer en el organismo en  temporal o permanente.

 Cáteter venoso

  • Fístula arteriovenosa: Es una pequeña intervención quirúrgica, generalmente de manera ambulatoria, donde se conecta una de las arterias del brazo a una vena, así la vena recibe flujo directo de la arteria, produciéndose un engrosamiento de la misma, que nos permitirá canalizar 2 agujas, obteniendo buenos flujos de sangre que se pasarán por el dializador en cada sesión de hemodiálisis.

Hay 2 tipos de fístula, que son:

    • Fístula arteriovenosa nativa: se llama así a la unión de una arteria y una vena  nativa.
    • Fístula arteriovenosa protésica: cuando para lograr la unión de la arteria y la vena, hay que recurrir al uso de un tubo de plástico o prótesis (Goretex®), se denomina fístula arteriovenosa protésica.

Fístula arteriovenosa

Catéter peritoneal: es un pequeño tubito de plástico que se implanta en el abdomen a través de una pequeña intervención quirúrgica, habitualmente ambulatoria, que permitirá la entrada y salida del líquido de diálisis de la cavidad peritoneal.

Trasplante renal

Es la tercera alternativa de tratamiento de la insuficiencia renal y consiste en una intervención quirúrgica mediante la cual se le implanta un riñón aparentemente sano de un donante (cadáver o vivo)  a un paciente que está en fase pre-diálisis o en tratamiento sustitutivo renal con hemodiálisis o diálisis peritoneal. Normalmente este riñón se implanta en un lugar distinto al que ocupan los riñones dañados.
¿Qué es la lista de espera de trasplante renal y como funciona?

Cuando el paciente esta próximo a entrar en diálisis (sea diálisis peritoneal o hemodiálisis), su médico valorará la posibilidad de ser trasplantado, si la edad y las otras patologías asociadas no lo contraindican. En caso de ser posible, su médico le realizará una serie de pruebas que le permitirán entrar a la lista de espera de trasplante renal.  Una vez las pruebas se han realizado y el estudio completado, el historial médico es presentado al Comité de Trasplante. Este comité está integrado por todos los profesionales implicados en la unidad de trasplantes y se encarga de analizar todas las pruebas y solicitar alguna más si lo considera preciso. Si todas las pruebas realizadas están  bien,  el paciente es incluido en la lista de espera, y su candidatura se comunica al coordinador de trasplantes del hospital. El coordinador de trasplantes transmite a la organización autonómica de trasplantes: Nombre. Peso. Grupo sanguíneo. Una vez completado este ciclo el paciente se incorpora a la lista de espera. La red de la Organización Nacional de Trasplantes (O.N.T.) cubre el ámbito estatal y está en conexión con otra red de cobertura europea.

Tipos de donante:

  1. Donante cadáver: es cuando el órgano donado, en este caso el riñón  proviene de un cadáver anónimo.
  2. Donante vivo: es cuando el riñón proviene de una persona viva sea familiar o no, que decide donar un riñón, siempre que sea aprobado por el comité de ética y se haga sin fines de lucro.

Vacunación en la enfermedad renal crónica:

Las principales vacunas recomendadas en pacientes con enfermedad renal son: Tétanos-difteria, hepatitis B, neumocócica y gripe. Además se han de valorar otras posibles necesidades de vacunación, como por ejemplo las relacionadas con viajes internacionales.

Debemos tener en cuenta que conforme avanza la enfermedad renal al sistema de defensas del organismo (inmunitario) le cuesta más reaccionar, por lo que es recomendable vacunarse lo antes posible (en periodos tempranos de la enfermedad).

Tétanos-difteria: esta vacuna está recomendada en todos los adultos sanos y de igual forma en los pacientes con enfermedad renal.
La enfermedad del tétanos se produce tras el contacto con una partícula tóxica que produce una bacteria.  Las partículas tóxicas están en el ambiente y a través de una herida abierta, un corte, la penetración de un objeto  o una mordedura, nos pueden infectar. Una vez en nuestro cuerpo ataca al sistema nervioso provocando contracturas y parálisis musculares.

Pauta de Vacunación:

-Nunca vacunados o no lo saben: tres dosis  (la segunda dosis al 1-2 meses de la primera y la tercera dosis a los 6-12 meses de la primera dosis)
-Vacunados de forma incompleta: administrar las dosis pendientes sin necesidad de volver a empezar.
– ¿Cuando hay que volver a vacunarse?: es una única dosis, cada 10 años, pudiendo hacerse cada 5 años ante heridas o cortes de gran riesgo.

Hepatitis B: La hepatitis B es una enfermedad que afecta al hígado producida por el virus de la hepatitis b. La forma de contagio es a través del contacto con sangre infectada o con fluidos corporales que contengan sangre. El mejor tratamiento para esta enfermedad es prevenirla con la vacunación.
En nuestro entorno el riesgo de contagio en una unidad de hemodiálisis es bajo debido a las medidas que se toman para reducir el contagio, pero aún así existe un riesgo residual mínimo por lo que se recomienda la vacunación.

Las defensas de los pacientes en hemodiálisis responden menos a la vacuna de la hepatitis b que otros pacientes, por lo que se les vacuna con una dosis más o se les pone más cantidad en cada dosis. Cuando mejor sea la función renal mejor responden las defensas a la vacuna, por esta razón se recomienda vacunarse al inicio de la enfermedad.

Pauta de Vacunación:

– Prediálisis: tres dosis (la segunda al mes de la primera y la tercera a los seis meses de la primera)
– Hemodiálisis: cuatro dosis ( la segunda al mes de la primera, la tercera a los dos meses de la primera y la cuarta a los seis meses de la primera). Existe en el mercado un tipo de vacuna para la hepatitis b que contiene más cantidad en cada dosis y que permite tres dosis para los pacientes en hemodiálisis.

Neumococo: se recomienda esta vacunación a todos los adultos con alguna enfermedad de base por tener mayor riesgo para desarrollar enfermedades neumocócicas. Esto incluye a los enfermos renales independientemente del grado de enfermedad que tengan.

El neumococo es una bacteria que tiene gran afinidad por la zona de la nariz y la garganta humana aunque puede dar infecciones más graves en otros lugares (neumonía, meningitis, peritonitis, infección generalizada por todo el cuerpo…). La forma de contagio es a través de la nariz o la boca  o al tocarnos con la mano la boca o nariz después de haber tocado la bacteria (mocos…).

Pauta de Vacunación:

– Dosis única.
– Revacunación: a los cinco años de la primera y sólo una vez.

Gripe: se recomienda esta vacunación a todos los adultos con alguna enfermedad crónica, como es el caso de la enfermedad renal.
La gripe la provoca un virus que se trasmite por el aire y que entra en contacto con nosotros a través de la boca o nariz o al tocarnos con la mano la boca o nariz después de haber tocado el virus.
Esta vacuna funciona igual en los enfermos renales que en el resto de la población por lo que no necesitan ni más cantidad ni más dosis.

Pauta de Vacunación:

Se realiza una vez al año en un periodo determinado (normalmente otoño). La vacuna de un año normalmente no vale para el siguiente porque el virus de la gripe cambia constantemente. Actualmente esta vacuna incluye más de un tipo de virus según las circunstancias (incluye también gripe A).