Los enfermos renales deben tener mayor precaución con el sol

Con el verano y las altas temperaturas siempre hacemos alguna publicación relacionada con la exposición solar, consejos y peligros. Este año volvemos a escribir acerca del sol y la enfermedad renal, a modo de recordatorio, abordando sólo algunos aspectos.

RIESGO DE CÁNCER DE PIEL EN EL TRASPLANTE RENAL

El cáncer de piel curiosamente resulta posible porque la piel tiene memoria. Memoria suficiente para ir guardando en ella todas las quemaduras producidas por el sol que sufrimos a lo largo de nuestra vida y en un momento determinado, transformarlas en células cancerígenas. Antes de los 18 años recibimos el 70% de las radiaciones ultravioletas de toda nuestra vida.

Según la Academia Española de Dermatología y Venereología (AEDV), la frecuencia de cáncer cutáneo en pacientes trasplantados es 65 veces superior al de la población normal. Además, en estos pacientes los tumores suelen aparecer entre 3 y 7 años tras el inicio de la inmunosupresión y por lo general desarrollan los cánceres a edades más tempranas. En una persona sana cuando el sol hace daño el sistema inmunológico repara ese daño, pero en el trasplantado el sistema inmunológico puede no repararlo. La piel está más indefensa y el sol hace más daño de lo normal.

El cáncer de piel no melanoma es el cáncer de piel más habitual. En trasplantados su frecuencia es entre 25 y 50 veces superior al de la población normal. Una nueva forma de tratar este tipo de cáncer va a causar sin duda toda una revolución. Es la llamada terapia fotodinámica que consiste en aplicar un medicamento en forma de crema sobre la lesión cancerígena de la piel y exponerla a una luz roja durante unos 8 minutos. Cuando las células cancerígenas han absorbido la crema, la luz roja hace que se produzca en su interior una reacción química que las destruye, dejando intactas la células sanas que hay alrededor. Esto es posible porque el medicamento hace que se acumulen unos componentes fotoactivos fluorescentes llamados porfirinas, que al ser iluminadas por una luz con una longitud de onda de 635 nanometros (luz roja), liberan radicales libres de oxígeno que provocan una reacción tóxica en el interior de la célula, activando un mecanismo que induce a las células cancerígenas a suicidarse.

 

 

PACIENTES EN TRATAMIENTO CON CORTICOIDES

Los pacientes con patología inmunológicas como diversas glomerulonefritis o los trasplantados renales pueden estar tener pautada terapia esteroidea.

La toma de corticoides puede producir molestias derivadas por el sol como la fotosensibilidad, donde la piel sufre una reacción desmedida a la exposición a las radiaciones ultravioletas o a dosis que normalmente resultan ser inocuas para otros. Como resultado de esta reacción adversa, se pueden generar problemas como la urticaria o fotoalergia. Si bien, y en general, estas lesiones cutáneas desaparecen rápidamente tras dejar de consumir los corticoides, existen casos en que su persistencia puede durar meses.

Para evitar esto, no sólo se puede optar por el uso de bloqueadores solares de alta graduación y gorros, sombrillas o hasta vestimenta con protección UV, sino que también pueden generarse pequeños cambios al momento de consumir o aplicar los corticoides. Por ejemplo, en el caso de que se deba tomar o usar corticoides sólo una vez al día, la mejor idea es hacerlo durante la noche. De ese modo, la fotosensibilidad del cuerpo ha disminuido cuando sale el sol.

 

 

PACIENTES EN HEMODIÁLISIS

La exposición solar o a altas temperaturas puede producir descenso de tensión arterial y deshidratación. Después de una sesión de diálisis, puede suceder que el volumen total de nuestro cuerpo esté un poco justo. La exposición a una  temperatura elevada postdiálisis puede que condicione una pérdida de líquido por sudoración y como consecuencia de esto reducir más todavía la tensión arterial. Esto podría conllevar a deshidratación grave o síncope vasovagal. 

 

 

 

 

 

RECOMENDACIONES GENERALES

  • Evita salir en las horas de más calor y modera tu actividad física.
  • Protege la cabeza con sombrero, visera o gorro, utiliza gafas de sol y protector solar en las zonas expuestas.
  • Elige productos con factor de protección solar adecuado a tu tipo de piel y que te protejan tanto de la radiación UVB como de la UVA.
  • Aplícate el producto en cantidad suficiente, media hora antes de realizar cualquier actividad al aire libre, incluso en días nublados. Repite la aplicación cada dos o tres horas y especialmente después de bañarte, pero siempre sobre la piel bien seca.
  • Evita la exposición directa al sol entre las 12 del mediodía y las 5 de la tarde.
  • Refréscate, pero ten cuenta la cantidad de líquidos que puedes tomar. A la población en general, se la recomienda beber frecuentemente, pero dependiendo de la fase de la enfermedad en la que te encuentres, puedes tener la ingesta de líquidos restringida.
  • Antes de beber de una fuente, asegúrate que el agua es potable.
  • Dependiendo de la modalidad de tratamiento sustitutivo que realices y del acceso vascular, el baño puede estar condicionado.

 

 

Fuente:

Academia Española de Dermatología y Venereología (AEDV)

consalud.es

http://www.medicosypacientes.com

 

 

Dra.Esther Tamarit Antequera

Nefróloga CHGUV

Coordinadora Blog Renal

Blog Escuela del Paciente Renal HGUV

La Escuela del Paciente Renal es un proyecto del Consorcio Hospital General Universitario de Valencía donde un grupo multidisciplinar compuesto por nefrólogos, psicólogos y nutricionistas tratamos aspectos de interés para pacientes con alguna patología renal o para aquellos que quieran conocer de una manera más profunda el mundo de la nefrología.

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