Consejos para pacientes hipertensos en verano de la sociedad española de hipertensión. Liga española para la lucha contra la hipertensión arterial

Consejos para pacientes hipertensos en verano de la sociedad española de hipertensión. Liga española para la lucha contra la hipertensión arterial

La Sociedad Española de Hipertensión aconseja viajar siempre con el tensiómetro y no olvidar tomarse la medicación.

8 de cada diez pacientes hipertensos interrumpen total o parcialmente su tratamiento durante las vacaciones de verano.

Los expertos subrayan que los pacientes que sufren hipertensión no sólo tienden abandonar su medicación estos meses, sino que también cometen transgresiones dietéticas y realizan menos ejercicio físico.

Los riesgos para la salud cardiovascular son incontables: aumenta la probabilidad de padecer un accidente cerebrovascular e incluso mortalidad de origen coronario.

También alertan del riesgo de deshidratación en los ancianos, especialmente entre los hipertensos.

Madrid, 4 de julio de 2012.- Con las vacaciones de verano a la vuelta de la esquina, la Sociedad Española de Hipertensión-Liga Española para la Lucha contra la Hipertensión Arterial(SEH-LELHA) aconseja a los pacientes hipertensos y sus cuidadores viajar siempre con el tensiómetro y no olvidar la medicación prescrita en casa. “Además de cumplir con la medicación, es muy importante que se tomen la presión arterial una vez a la semana y que se pesen con la misma frecuencia para que los kilos que se ganen no le pillen por sorpresa”, explica su presidenta, la doctora Nieves Martell.

En esta época del año aumenta un 20% la prevalencia de incumplimiento terapéutico, una de las principales causas del fracaso en la consecución de los objetivos de salud. Se calcula que ocho de cada diez pacientes hipertensos interrumpe total o parcialmente su tratamiento durante las vacaciones estivales. Como consecuencia, el paciente corre el riesgo de tener problemas cardiacos como una angina, un infarto o insuficiencia cardíaca, así como problemas cerebrales como ictus (trombos o hemorragia cerebral) o insuficiencia renal (a veces hasta llegar a diálisis, más frecuente en hipertensos diabéticos no controlados…).

Durante estos meses los pacientes presuponen que la relajación propia de las vacaciones puede disminuir las cifras de presión arterial y que, por tanto, su necesidad de tratamiento es mucho menor. Esto, sumado al hecho de que el calor generalmente produce un descenso de la “tensión” hace que los pacientes adopten decisiones por su cuenta y riesgo sobre su medicación.

Ojo con la dieta

“Todas las precauciones son pocas para disfrutar de unos días de descanso sin contratiempos”, alerta la doctora Martell ante el incremento del sedentarismo y el aumento en el consumo de helados y refrescos. “Una mala alimentación con gran carga de grasas y sal, junto con otros factores como el abuso del alcohol, el tabaco o la disminución de la actividad física diaria y, sobre todo, el incumplimiento o el abandono de la medicación provoca un descontrol de la tensión arterial, además de aumentar los niveles de colesterol, de triglicéridos e incluso de azúcar”, aclara.

En este sentido, recomienda combatir el calor con zumos naturales a base de frutas, verduras y hortalizas de temporada o té con hielo. Las ensaladas y los caldos fríos, como el gazpacho o el salmorejo, también son ideales para calmar la sed además de hidratar. Para que las comidas resulten más apetitosas, se pueden agregar zumo de limón, pimienta u otras especias. Otra buena manera de comer sano es disminuir la cantidad diaria de sal y tomar alimentos bajo en sodio.

Cuidado con los ancianos
La población anciana es especialmente vulnerable durante los meses de verano y, aún más, cuando padecen hipertensión arterial. El propio envejecimiento fisiológico caracterizado por una dificultad-lentitud del riñón para retener el sodio necesario y el aumento del umbral de la sed, que les hace necesitar un estimulo mucho mayor para sentir la necesidad de líquidos, incrementa en gran medida el riesgo de sufrir deshidratación. “Si a esto añadimos que la mayoría de los pacientes hipertensos reciben un tratamiento con fármacos diuréticos y, además, restringen enormemente su consumo de sal, la probabilidad de sufrir  deshidratación es mucho mayor”, concluye la doctora Martell.

Cari Martínez.

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