¿Qué es la automedida de la presión arterial (AMPA)?

 

Diferentes grupos de médicos especializados en la hipertensión consideran la AMPA como método adecuado para el seguimiento y control de los pacientes hipertensos.  Las siglas AMPA significan AutoMedida de la Presión Arterial. Concretamente se refiere a las medidas realizadas por el propio paciente o con ayuda de un familiar en su ambiente habitual, su casa.

 

Las cifras tensionales altas son un factor de riesgo para padecer múltiples enfermedades (infartos cerebrales, daño renal, infartos del corazón, rotura de aorta…). Esta es la razón por la que un médico tiene tanto interés en conocer las cifras de sus pacientes para poder ajustar adecuadamente el tratamiento.

 

Determinados pacientes se ponen muy nerviosos al ir al médico, a enfermería del centro de salud o a su farmacia para tomarse la tensión, y debido a este nerviosismo las cifras les suben y el resto del día las tienen mucho más bajas. Otros pacientes presentan cifras más altas en algún momento del día y el resto del día son más normales. Reconocer estos tipos de pacientes es importante para que el médico pueda ajustarles adecuadamente el tratamiento.

 

Es aquí donde cobra importancia la automedida de la presión arterial (AMPA) en domicilio; pero para hacerlo correctamente además de contar con un medidor automático se deben tener unos conocimientos, no basta únicamente con saberle dar al botón del medidor. Por esta razón desde la Unidad de Hipertensión Arterial de nuestro servicio se ha puesto en marcha un folleto educativo sobre la automedida de la presión arterial. En el que se explican desde medidas posturales, momento del día en el que se ha de medir, veces que se ha de medir, cómo colocar el manguito, tipos de medidores (brazo, muñeca…).

 

Estos folletos han sido recibidos con agrado por parte de los pacientes que vienen a las consultas, junto a ellos se les entrega una tabla donde han de anotar las cifras. De esta manera los pacientes  además de tomarse las pastillas adecuadamente, hacer ejercicio y una dieta sin sal, son conocedores de primera línea de como estos esfuerzos repercuten en su tensión y de si hace falta esforzarse un poco más.