Hematuria: Presencia de Sangre en la Orina

Hematuria: Presencia de Sangre en la Orina

La hematuria en muchos pacientes, sobretodo adultos jóvenes menores de 35 años, puede ser transitoria y no tener mayor relevancia. Se puede asociar a causas como fiebre, infección, trauma o el mismo ejercicio podrían explicar la presencia de hematuria transitoria. También existen otras causas comunes, que son secundarias a una afección subyacente obvia como por ejemplo una cistitis, litiasis ureteral.

Existe básicamente dos tipos de hematuria, la que puede ser visible a simple vista (hematuria macroscópica) o sólo detectable en un examen de orina (sedimento urinario) por microscopía (hematuria microscópica).

La hematuria microscópica se puede detectar por accidente cuando en un análisis o una tirilla de orina realizada para otros fines se encuentra la presencia de sangre y se define como la presencia de tres o más glóbulos rojos por campo, el mejor estudio para detectarla es el sedimento de orina. Una prueba con tirilla reactiva positiva siempre debe ser confirmada con el examen microscópico de orina (sedimento de orina).

Esta hematuria puede ser un síntoma de una enfermedad subyacente, y las causas varían con la edad, y pueden ser desde leves hasta muy graves.

Entre ellas se encuentran una inflamación o infección de la próstata o la vejiga, piedras, y en pacientes mayores, hasta cáncer de un riñón o cáncer del tracto urinario o causas no relacionadas con el cáncer como la hiperplasia prostática benigna.

Si se detecta hematuria microscópica en mujeres en edad fértil se puede asociar la sangre en orina a que el estudio se lo realizó durante su menstruación, o en algunos pacientes el hallazgo puede deberse a que la muestra de orina se recogió poco después de ejercicio vigoroso o un traumatismo agudo y por tanto la hematuria debe ser confirmada mediante la repetición del análisis de orina 4 a 6 semanas posteriores al trauma o un periodo sin ejercicio.

A las personas que presentan hematuria y dolor lumbar unilateral sugestivo de litiasis renal se les debe de realizar un estudio de imágenes, se prefiere comenzar con una ecografía renal y de vías urinarias con o sin radiografía abdominal y también en casos determinados se puede solicitar una TAC sin contraste como las primeras prueba en la evaluación.

Los pacientes con hallazgos sugestivos de infección del tracto urinario (por ejemplo, fiebre, disuria, la presencia de leucocitos en la orina, o nitritos positivos en la tirilla de orina) deben ser sometidos a cultivo de orina para estudiar una posible infección del tracto urinario.

En los pacientes con infección del tracto urinario, el análisis de orina se debe repetir aproximadamente seis semanas después de la finalización del tratamiento con antibióticos con el fin de determinar si la hematuria es persistente.

Si hay hematuria macroscópica con coágulos sanguíneos visibles en la orina, el paciente debe ser referido para evaluación urológica urgente con estudios de imagen y cistoscopia (exploración endoscópica que permite examinar el interior de la vejiga).

Si hay hematuria macroscópica y sin coágulos sanguíneos visibles en la orina, fracasó renal agudo o hallazgos sugestivos de hemorragia glomerular deben ser remitidos a Nefrología.

De todas maneras, no está indicado realizar cribado en la población general, esto quiere decir que a no ser que exista una causa justificable, como síntomas y signos de alguna enfermedad relacionada, no se debe realizar la prueba de orina, ya sea en tirilla o sedimento de orina, en todas las personas.

MIR Iván Mogollón Salgado
Servicio de Nefrología
Hospital General Universitario de Valencia

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