Los pies en verano

Una de las partes del cuerpo que más se resienten en verano son los pies ya que, además de que también pueden sufrir quemaduras por el sol, pueden tener ampollas, rozaduras, picaduras o el conocido como pie de atleta, por lo que su cuidado es importante para pasar un buen verano

Los pies son la parte del cuerpo que más se daña cuando llega el calor debido especialmente al uso de calzado inadecuado, quemaduras solares, sequedad de la piel, andar descalzo, llevar esmaltes en las uñas durante demasiado tiempo, tropezarse y no llevar la protección adecuada o, incluso, pisar una planta o insecto que pique o pinche.

Todo esto provoca una serie de problemas como, por ejemplo:

  • Quemaduras solares: El uso de chanclas o calzado abierto expone a la piel de los pies a sufrir quemaduras, sobre todo cuando no se usa la protección solar adecuada. De hecho, la piel de los pies carece de sustancias grasas por lo que la película protectora que los recubre es deficiente, lo que aumenta la necesidad de tenerlos hidratados y protegerlos de los rayos del sol. Como en el resto del cuerpo, los síntomas más comunes son enrojecimiento, hinchazón y, en los casos más graves, ampollas .
  • Rozaduras: El calzado en verano suele originar rozaduras debido a que durante todo el año los pies han estado protegidos con calcetines y en verano entran en contacto directo con los materiales de los que están hechos los diversos zapatos. Estas rozaduras suelen llevar aparejadas ampollas, un mecanismo de defensa de la piel para proteger su tejido interior. Para evitarlas, se aconseja hidratar bien la piel con cremas específicas de pies, usar calcetines cuando se vaya a andar o correr y ponerse vaselina4.
  • Exceso de sudor: El calor y el tipo de calzado puede incrementar la sudoración de los pies y, por ende, provocar grietas y favorecer el desarrollo de infecciones. Para evitarlo, se aconseja aplicar desodorantes y antitranspirantes especiales para pies.
  • Pie de Atleta: Es una infección por hongos que se suele adquirir en piscinas, playas, duchas y baños públicos o, incluso, al compartir toalla o calzado con una persona infectada. Además, el sudor y la humedad originan la maceración del pie y favorecen la aparición de hongos. Los síntomas son piel escamosa, agrietada, picazón, inflamación, escozor, amollas y piel seca . Está estrechamente relacionado con otras infecciones fúngicas como la tiña y la tiña inguinal y puede tratarse con medicamentos antimicóticos, si bien la infección suele regresar.
  • Verrugas plantares: una infección vírica causada por el virus del papiloma humano que se sitúa en las dos primeras capas de la piel (epidermis y dermis) y que suele producir dolor al pellizcar, en vez de a la presión, aunque cuando está recubierta por una capa de queratina puede molestar al presionar la zona.

Para evitar la aparición de estos problemas es necesario usar calzado transpirable, flexible, con una buena sujeción y con una suela con una buena absorción de impacto y cierta capacidad antideslizante, así como utilizar cremas y productos hidratantes específicos de pies. Además, y para evitar la aparición de las verrugas plantares es aconsejable ir en chanclas hasta la piscina o, incluso, usar calcetines de látex en las piscinas públicas.

 

En los pacientes diabéticos hay que tener especial cuidado con los pies.

 

Fuente: profesionales.msd.es

 

Dra. Esther Tamarit Antequera

Nefróloga CHGUV

Coordinadora Blog Renal

Blog Escuela del Paciente Renal HGUV

La Escuela del Paciente Renal es un proyecto del Consorcio Hospital General Universitario de Valencía donde un grupo multidisciplinar compuesto por nefrólogos, psicólogos y nutricionistas tratamos aspectos de interés para pacientes con alguna patología renal o para aquellos que quieran conocer de una manera más profunda el mundo de la nefrología.

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