Sesión clínica: técnicas anestésicas en la enfermedad renal crónica

Sesión clínica: técnicas anestésicas en la enfermedad renal crónica

La enfermedad renal crónica es un problema de salud pública mundial. En varias ocasiones los pacientes son llevados a cirugías relacionadas con su diálisis con operaciones propias de sus comorbilidades. El propósito de la valoración preanestésica es asesorar el riesgo de eventos cardiovasculares e iniciar las intervenciones que puedan influir en su morbimortalidad.

Hace unas pocas semanas, la residente de 1º año de la especialidad de Anestesia, Dña. María Quesada, presentó en nuestro servicio una sesión acerca de cómo llevar a cabo la técnica anestésica, en un paciente diagnosticado de enfermedad renal crónica.

En la valoración preanestésica se realiza una íntegra evaluación de la salud del paciente, lo cual incluye la medición de sus reservas orgánicas funcionales y la estimación de probables complicaciones durante el perioperatorio, que al final proporcionan un perfil de riesgo clínico que permita realizar intervenciones influyentes a corto y a largo plazo en la morbimortalidad.

The National Kidney Foundation recomienda indagar durante la evaluación de los pacientes con enfermedad renal crónica: el diagnóstico etiológico, las comorbilidades, la severidad (nivel de función renal), las complicaciones, y estimar el riesgo de pérdida de la función renal y de complicación cardiovascular. En la valoración preanestésica estos parámetros deben sumarse a los riesgos inherentes del procedimiento quirúrgico con el fin de optimizar los factores de riesgo.

La historia clínica se debe dirigir a condiciones cardiacas activas (infarto agudo de miocardio activo o reciente, insuficiencia cardiaca descompensada, enfermedad valvular severa y arritmias complicadas). Se debe establecer la capacidad funcional preferentemente expresada en equivalentes metabólicos (MET) según clasificación adoptada por la American Heart Association (AHA), en ella, los pacientes con capacidad funcional <4MET habitualmente requieren estudios adicionales para evaluar el riesgo cardiovascular.

Basado en el principio de valoración de la severidad de la enfermedad renal y la intensidad quirúrgica programada, se ha sugerido lo siguiente: los pacientes con enfermedad renal crónica en estadios 1-2 y capacidad funcional >4MET llevados a cirugía de riesgo bajo o intermedio no requieren estudio adicional. A los pacientes renales crónicos en estadio 3, 4, 5, o aquellos que van a cirugía de alto riesgo, se les debe asociar a su valoración inicial electrocardiograma, hemograma, radiografía de tórax, glucemia, nitrógeno ureico, creatinina, albúmina y electrolitos como sodio, potasio, cloro y calcio (si tienen algún impacto en el tratamiento). Igualmente, en pacientes con terapia de reemplazo renal que sean sometidos a cirugía de riesgo alto o intermedio se recomienda tener un control de electrolitos y tiempos de coagulación después de 2h de la última sesión de diálisis para optimizar sus requerimientos perioperatorios.

Rev Colomb Anestesiol 2013;41:139-45 – Vol. 41 Núm.2 DOI: 10.1016/j.rca.2013.03.005

Dra. Ana Mª Oltra
Coordinadora Blog Renal
Nefrología. CHGUV

También te podría gustar...