La disfagia, cómo identificarla.

La disfagia es un trastorno de la deglución que dificulta que la persona pueda tragar correctamente alimentos o líquidos. Se calcula que más de dos millones de personas en España padecen disfagia. Pero, a pesar de su prevalencia, el 90% de la población con disfagia no está diagnosticada ni correctamente tratada. De hecho, como explica Salvador Jiménez, logopeda experto en disfagia que trabaja en el Hospital Gregorio Marañón de Madrid y es miembro del CPLCM, “con frecuencia nos derivan para rehabilitación a personas que han sufrido un ictus o padecen otras patologías neurodegenerativas y tienen problemas del habla, del lenguaje, pero no siempre se estudia si sufren disfagia. Y es clave que trate también este síntoma”.

 

La disfagia puede estar provocada por diferentes trastornos o patologías, entre las más frecuentes están el ictus o enfermedades neurodegenerativas, como el párkinson, la esclerosis múltiple o la ELA, pero también el propio envejecimiento. Salvador Jiménez, sostiene que “el envejecimiento puede provocar una disminución de fuerza muscular y una alteración de la coordinación necesaria para poder realizar los movimientos musculares que intervienen en la deglución con la precisión y rapidez que se precisa”, y esto puede dar lugar a problemas de disfagia. Además, también existen otros trastornos que contribuyen a la peor deglución en las personas mayores como la pérdida de piezas dentales, las prótesis mal ajustadas, la medicación (algunos fármacos interfieren en la correcta deglución), etcétera.

 

Algunos signos y síntomas de la disfagia pueden ser:

General (Nivel IV):
• dificultad para controlar las secreciones orales o la salivación • ausencia o debilidad de la deglución o tos voluntaria
• cambios en la calidad/tono de la voz (ronquera/afonía)
• movimientos disminuidos de la boca y de la lengua
• lengua caída/reflejos orales primitivos
• carraspera frecuente
• higiene oral pobre
• cambios en los patrones de alimentación
• temperatura elevada
• pérdida de peso y/o deshidratación
• infecciones respiratorias de tracto bajo frecuentes
• nivel de conciencia y estado de alerta;

Cuando se come o se bebe (Nivel IV):
• lentitud para iniciar la deglución y/o retraso en la deglución (más de
• fuerza, movimiento y simetría de los músculos faciales, de la lengua y de la cavidad bucal;
cinco segundos)
• masticación o deglución descoordinadas
• muchas degluciones para un solo bocado (bolo)
• colocar la comida en los carrillos
• regurgitación oral o nasal de alimentos/líquidos
• demasiado tiempo empleado para comer/beber
• toser o estornudar durante/mientras la alimentación
• sensibilidad facial y oral;

Tras la ingesta de alimentos y bebidas (Nivel IV): • afonía o voz ronca
• fatiga
• cambios en el patrón respiratorio

 

En caso de detectar alguno de estos síntomas, házselo saber al profesional sanitario más cercano de manera urgente para valorar los efectos de esta situación y establecer el diagnóstico más acertado.

 

Fuente: https://www.murciasalud.es/recursos/best_practice/2000_4_2_DISFAGIAADULTOS.pdf

 

Christian Mañas

Nutricionista servicio nefrología CHGUV

Dra. Esther Tamarit

Coordinadora blog renal

Blog Escuela del Paciente Renal HGUV

La Escuela del Paciente Renal es un proyecto del Consorcio Hospital General Universitario de Valencía donde un grupo multidisciplinar compuesto por nefrólogos, psicólogos y nutricionistas tratamos aspectos de interés para pacientes con alguna patología renal o para aquellos que quieran conocer de una manera más profunda el mundo de la nefrología.

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