Cuidamos la Fístula Arteriovenosa

Desde que iniciamos la creación del blog, hemos hablado en repetidas ocasiones sobre el cuidado de la Fístula. Creemos que siempre va bien recordarlo, puesto que la Fístula arteriovenosa es básica para el paciente para poder hacer el tratamiento de hemodiálisis.

CONSERVACIÓN DE LAS VENAS

Las venas del brazo que se usan para realizar la fístula son las que también se utilizan cuando se hace un análisis de sangre o cuando se coloca una vía periférica. Al hacer esto, siempre existe el riesgo de dañar estas venas y que después ya no sirvan para hacer la fístula. Por tanto, es muy importante evitar las punciones de las venas del brazo donde se efectuará la fístula y, siempre que se pueda, se deben usar las venas de la mano como en las imágenes siguientes. Si usted ya ha empezado el tratamiento de hemodiálisis mediante un catéter y está pendiente de la creación de una fístula, ya no es necesario que le pinchen venas para un análisis de sangre o para administrar medicamentos ya que, en general, puede hacerse a través del mismo catéter durante la sesión de diálisis.

 

 

 

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El equipo multidisciplinar es el encargado de los cuidados de su fístula . Usted, como persona con enfermedad renal, está incluido en el centro de este equipo y, por tanto, también es responsable de estos cuidados

 

 

Siguiendo un orden temporal, los cuidados de la fístula han de realizarse de la forma siguiente:

• Han de comenzar justo después de que el cirujano vascular le hace la fístula y usted sale del quirófano.

• Deben continuar durante el periodo de desarrollo (maduración) de la fístula.

• Han de proseguir durante todo el tiempo en que se utiliza la fístula para hacer  el tratamiento de hemodiálisis.

 

CUIDADOS DE LA FÍSTULA DESPUÉS DE LA INTERVENCIÓN

Cuando llegue a casa después de la creación de la fístula, deberá controlar el apósito que le han puesto encima de la herida quirúrgica. Si ve que este apósito se va manchando cada vez más de sangre (hemorragia o sangrado), deberá efectuar enseguida una compresión constante con los dedos de la otra mano y acudir a Urgencias de su centro hospitalario. Igualmente, si aparece un dolor muy intenso en la mano después de haberle hecho la fístula y, además, está fría y pálida, puede ser que la sangre no llegue bien a la mano y también deberá acudir al Servicio de Urgencias. Para facilitar el retorno de la sangre al corazón y evitar el hinchazón (edema) de la extremidad donde le han hecho la fístula, es importante que la mantenga elevada (más o menos a la altura del corazón) apoyándola sobre un cojín en el brazo del sofá o de la silla cuando esté sentado o en una almohada cuando esté en la cama.

Si aparece dolor sobre la herida quirúrgica en las horas posteriores a la creación de la fístula, debe tomar los calmantes que le ha recetado su médico.

A partir del momento en que ya se dispone de una fístula que funciona, es importante que sepa que está totalmente prohibido tomar la tensión en el brazo de la fístula y también colocar una vía periférica o efectuar análisis de sangre pinchando una de las venas de este brazo o directamente de la fístula. Piense que, a partir de ahora, las venas de esta extremidad superior “ya no se tocan” y que la fístula debe utilizarse únicamente para hacer el tratamiento de hemodiálisis.

 

CUIDADOS DURANTE EL PERÍODO DE MADURACIÓN DE LA FÍSTULA

Se aconseja que efectúe ejercicios antes y después de la creación de la fístula, por ejemplo mediante la compresión con la mano de una pelota de goma. El objetivo es acelerar el proceso de maduración de la fístula. Una vez retirados los puntos de la herida quirúrgica y, siempre con el visto bueno de los profesionales a su cargo, es muy importante que haga estos ejercicios. Piense que, cuanto más tiempo dedique a hacerlos cada día, el proceso de maduración de la fístula será mejor.

Si la fístula no se desarrolla adecuadamente (falta de maduración) hay que ver qué está pasando lo más pronto posible. Para ello, hay que hacer una exploración completa de la fístula, que debe incluir una ecografía, para saber cuál es el problema exacto que impide la maduración. Una vez visto el problema existente, hay que intentar la reparación de la fístula siempre que sea posible.

 

 

CUIDADOS DURANTE LA UTILIZACIÓN DE LA FÍSTULA 

Hay que evitar la compresión externa de la extremidad de la fístula ya que puede impedir que la sangre circule normalmente y provocar que se pare la fístula (trombosis) de modo que ya no sirva para hacer la hemodiálisis. Por tanto, es importante no llevar ropa apretada, relojes, pulseras o vendajes oclusivos. Se aconseja no levantar un peso excesivo con el brazo de la fístula ni realizar ejercicios bruscos o deportes de impacto con el mismo. No hay que dormir apoyado sobre el brazo de la fístula. Deben evitarse los cambios bruscos de temperatura (saunas).

La punción rutinaria de una fístula debe efectuarla el personal de enfermería especializado que trabaja dentro las Unidades de hemodiálisis (nunca por enfermero/a sin un nivel de conocimiento y habilidad especifico) o bien por usted mismo después de un período de entrenamiento.

La punción de la fístula puede ser una puerta de entrada de una infección al cuerpo. Por tanto, hay que extremar las medidas de limpieza o asepsia de su fístula para eliminar microbios y evitarla.

Para ello es necesario que:

1. Usted lave con agua y jabón la extremidad de la fístula antes de entrar a la sala de diálisis.

2. La enfermera/o desinfecte la zona de punción mediante un líquido antiséptico que se aplicará justo antes de pinchar.

Para facilitar la punción de la fístula nativa, hay que dilatar la vena antes de pinchar efectuando una compresión por encima de la fístula. Esta compresión la puede efectuar la misma persona con la otra mano o bien mediante la aplicación de un torniquete . No debe efectuarse esta compresión para pinchar la fístula protésica.

Algunas personas con mala tolerancia al dolor pueden beneficiarse de la utilización de anestésicos locales antes de la punción de la fístula en forma crema o espray.

 

Fuente: germav.org. Manual del acceso vascular para personas con enfermedad renal

 

Dra. Esther Tamarit Antequera