En la jornada que se realizó sobre «Nutrición y ejercicio físico en pacientes con Enfermedad Renal Crónica», en Madrid, el 23 de mayo, patrocinada por Nutricia, el jefe de servicio de Endocrinología de nuestro hospital, el Dr. Carlos Sánchez, realizó una exposición sobre la importancia de una adecuada nutrición en el paciente renal y la aproximación que debe realizar todo nefrólogo para una buena valoración nutricional.
La desnutrición relacionada con la enfermedad es el resultado de la compleja interacción entre enfermedad y nutrición. Tiene elevada prevalencia y, sin embargo, con frecuencia es ignorada e infratratada, lo que comporta importantes consecuencias clínicas y económicas. La detección temprana debe ser prioritaria en todos los ámbitos asistenciales, pero la realidad es que no existen suficientes recursos disponibles para ello y es indispensable el empleo de herramientas de cribado nutricional para la detección de la desnutrición o el riesgo de padecerla. Estas herramientas deben estar ligadas a un plan de acción con el fin de promover intervenciones costo-efectivas al seleccionar aquellos pacientes que se beneficiarían de una intervención dietética-nutricional.
Desde 1996, diferentes organizaciones profesionales recomiendan el uso sistemático de herramientas de cribado nutricional. El consenso multidisciplinar sobre el abordaje de la desnutrición hospitalaria en España indica que se debe implementar el uso de un método de cribado del estado nutricional en los centros de Atención Primaria en cualquier paciente que presente criterios de sospecha clínica de desnutrición, en los centros geriátricos al ser institucionalizados cuando también presenten los criterios de sospecha y en pacientes hospitalizados en las primeras 24-48 horas de ingreso, con reevaluación semanal.
Los Criterios GLIM para el diagnóstico de desnutrición e informe de consenso.
Una encuesta exhaustiva de los enfoques existentes utilizados en la selección y evaluación de desnutrición, se realizó para identificar y especificar criterios dignos de consideración. Se reconoció que estos enfoques incorporan múltiples criterios como por ejemplo, la presencia de peso, pérdida y enfermedad. La carga o la inflamación es común a la mayoría de ellos, ya que se reduce.
Con el fin de establecer el consenso y la aprobación de un mínimo conjunto de criterios de diagnóstico por el comité de liderazgo central y el Grupo de trabajo de apoyo, los participantes calificaron los criterios de diagnóstico propuestos.
Los cinco criterios para la desnutrición incluyen pérdida de peso no voluntaria, bajo índice de masa corporal y masa muscular reducida como criterios fenotípicos, y reducción de la ingesta / asimilación de alimentos y carga de la inflamación (enfermedad como criterios etiológicos. Se propone que el diagnóstico de malnutrición se base en la presencia de al menos un criterio fenotípico y un criterio etiológico.
Dirigidos por el Dr. Gordon L. Jensen de ASPEN y el Dr. Tommy Cederholm de ESPEN, las sociedades participantes respaldaron un enfoque de dos pasos para el diagnóstico de la desnutrición. Primero, la detección para identificar el estado de «riesgo» mediante el uso de cualquier herramienta de detección validada, y en segundo lugar, la evaluación para el diagnóstico y la clasificación de la gravedad de la desnutrición.
El equipo de GLIM consideró los criterios de malnutrición que se recuperaron de los enfoques establecidos para el diagnóstico. Los criterios potenciales fueron someticos a una votación entre el equipo.
https://www.nutritioncare.org/Press_Room/2018/New_Global_Consensus_for_Diagnosing_Malnutrition_in_Adult_Patients_—_Global_Leadership_Initiative_on_Malnutrition_(GLIM)/
https://www.clinicalnutritionjournal.com/article/S0261-5614(18)31344-X/fulltext
http://scielo.isciii.es/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0212-16112018000200351
Dra. Ana Mª Oltra. Coordinadora Blog Renal
Nefrología. CHGUV
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