La proteinuria y la hematuria tras la inducción de la remisión se asocian con el pronóstico de la vasculitis asociada a ANCA

En la vasculitis asociada a anticuerpos anticitoplasma de neutrófilo (ANCA), la hematuria y la proteinuria son biomarcadores que reflejan la afectación renal en el momento del diagnóstico. Sin embargo, el valor pronóstico de su persistencia tras el tratamiento inmunosupresor de inducción, como reflejo del daño renal o de la persistencia de la enfermedad, sigue siendo incierto.

Para estudiar esto, este análisis post hoc incluyó a participantes de cinco ensayos clínicos aleatorizados europeos (MAINRITSAN, MAINRITSAN2, RITUXVAS, MYCYC, IMPROVE). La relación proteína-creatinina en orina (UPCR) y la hematuria de las muestras de orina recogidas al final del tratamiento de inducción (cuatro-seis meses después del inicio del tratamiento) se correlacionaron con la aparición de un criterio de valoración combinado de muerte y/o insuficiencia renal, o recaídas durante el seguimiento.

De los 571 pacientes (59% hombres, mediana de edad de 60 años), el 60% tenía antiproteinasa 3-ANCA y el 35% anti-mieloperoxidasa-ANCA, mientras que el 77% tenía afectación renal. Tras la terapia de inducción, 157/526 (29,8%) presentaban hematuria persistente y 165/481 (34,3%) tenían UPCR de 0,05 g/mmol o más. Tras una mediana de seguimiento de 28 meses (intervalo intercuartílico: 18-42), y un ajuste por edad, tipo de ANCA, tratamiento de mantenimiento, creatinina sérica y hematuria persistente tras la inducción, una UPCR de 0,05 g/mmol o más tras la inducción se asoció con un riesgo significativo de muerte/insuficiencia renal (hazard ratio ajustada 3,06; IC 95% 1,09-8,59) y recaída renal (HRa 2,22; 1,16-4,24). La hematuria persistente se asoció con una recaída renal significativa (HRa 2,16; 1,13-4,11), pero no con una recaída que afectara a cualquier órgano ni con la muerte/insuficiencia renal.

Así pues, en esta gran cohorte de pacientes con vasculitis asociada a ANCA, la proteinuria persistente tras el tratamiento de inducción se asoció con muerte/insuficiencia renal y recaída renal, mientras que la hematuria persistente fue un factor predictivo independiente de recaída renal. Por lo tanto, estos parámetros deben tenerse en cuenta para evaluar el pronóstico renal a largo plazo de los pacientes con esta enfermedad.